14 de enero 2019 - 00:03

Tensión en Venezuela por la detención del titular del parlamento

El opositor, que estuvo arrestado una hora, llamó al pueblo a resistir en la calle. El hecho fue calificado por el Gobierno como un montaje de un grupo de agentes y la extrema derecha. Rechazo regional.

SORPRESA.  El momento del arresto fue grabado por otros automovilistas. Al ser liberado mostró las muñecas inflamadas por las esposas.
SORPRESA.  El momento del arresto fue grabado por otros automovilistas. Al ser liberado mostró las muñecas inflamadas por las esposas.

Caracas - El presidente de la Asamblea Nacional (AN, parlamento) de Venezuela -de mayoría opositora-, Juan Guaidó, fue detenido ayer durante casi una hora por el Servicio de Inteligencia (SEBIN), episodio del que el Gobierno de Nicolás Maduro se desmarcó, asegurando que fue una acción “unilateral” de los agentes, y que fue repudiado por varios países de América.

Aclamado por cientos de seguidores, Guaidó llegó, apenas fue liberado, a Caraballeda, estado de Vargas, a 40 km de Caracas, para presidir un cabildo abierto que reunió a centenares de opositores. “¡Hermanos aquí estoy!”, dijo al dirigir un discurso desde una tarima.

“Un mensaje a Miraflores (Palacio Presidencial): el juego cambió, el pueblo está en la calle, aquí están los símbolos de la presión, de la resistencia, de la fuerza. Si querían enviar un mensaje para que nos escondiéramos, aquí está la respuesta del pueblo. ¡Aquí estamos!”, sentenció, mientras mostraba su muñeca derecha hinchada por el forcejeo con los agentes.

Poco después el Gobierno se desvinculó del hecho. El ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, afirmó que un grupo de funcionarios del Servicio de Inteligencia (SEBIN) “actuando de manera unilateral realizaron un procedimiento irregular”, lo cual -dijo- sirvió para un “show mediático”.

En un comunicado, precisó que destituyó a cuatro agentes y que comenzaron “las investigaciones” contra el primer comisario del SEBIN, Ildemaro José Mucura, por “nexos conspirativos con la extrema derecha de Venezuela”.

“Entonces Maduro ya no controla las Fuerzas Armadas, porque se rompió la cadena de mando ¿quién comanda hoy el régimen?, si ya reconocen que no controlan los organismos de seguridad del Estado, tienen un problema muy grave en Miraflores”, respondió Guaidó.

El opositor, ingeniero de 35 años y del partido Voluntad Popular (fundado por Leopoldo López, bajo arresto domiciliario), fue detenido cuando viajaba por la autopista entre Caracas y La Guaira (Vargas) tras ser interceptado por dos camionetas con agentes del SEBIN, encapuchados y con armas largas.

“Trataron de ponerme las esposas, no lo permití porque soy el presidente de un poder legítimo”, expresó. El viernes, en otro cabildo abierto en Caracas, se dijo dispuesto a presidir Venezuela, un día después de que Maduro iniciara su segundo mandato, el cual es desconocido por EE.UU., el Grupo de Lima y la Unión Europea (UE).

Tras esas declaraciones, la ministra de Servicios Penitenciarios, Iris Varela, amenazó con encarcelarlo.

Con la excepción de México, el Grupo de Lima condenó la detención y expresó en un comunicado su “más contundente rechazo a cualquier acción que afecte la integridad física” de los diputados y “el pleno ejercicio” de las competencias del parlamento.

Argentina, parte de ese grupo, subrayó que el episodio “atenta contra las libertades civiles y políticas de los venezolanos” y “ratifica la imperiosa necesidad de restablecer en Venezuela el orden democrático y el respeto de los derechos humanos”.

El secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, denunció “la detención arbitraria” de Guaidó, llamó “a las fuerzas de seguridad a defender la Constitución y los derechos del pueblo venezolano”, y advirtió que “Estados Unidos y el mundo están mirando”, mientras que John Bolton, el consejero en Seguridad Nacional de la Casa Blanca afirmó que “tales actos de intimidación, perpetrados por la policía secreta cubana patrocinada por Maduro, representan un grave asalto al Estado de derecho”.

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, también manifestó en Twitter su “condena y rechazo absolutos” a lo que llamó “secuestro”.

En Caraballeda, un grupo de simpatizantes aguardó por la llegada de Guaidó para expresar su apoyo a los esfuerzos opositores.

“Vine a apoyar al presidente de la Asamblea porque quiero un cambio. No tenemos agua, nos falla la luz y el salario no nos rinde”, dijo Yorleini Noriega, de 30 años, trabajadora del aeropuerto internacional Simón Bolívar, a poca distancia de la concentración opositora.

Venezuela vive su peor crisis económica de los tiempos modernos con una profunda recesión y una hiperinflación que cerró en el 2018 por encima de 1 millón y medio por ciento, según datos de la AN. El Gobierno no publica datos oficiales de precios desde fines del 2015.

Agencias AFP, Reuters y ANSA

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