19 de febrero 2019 - 00:01

Tercer regreso a prisión de Boudou, ahora a instancias de la querella oficial

La Cámara de Casación (con críticas) revocó fallo del tribunal que lo había excarcelado con tobillera mientras tramita apelación. Aplicación de "doctrina Irurzun" y polémica por recurso concedido a la UIF y la OA. Difieren confirmación de condena al 24-4.

Regreso. Amado Boudou regresó ayer a la cárcel de Ezeiza tras la decisión de la Cámara de Casación que revocó la excarcelación.
Regreso. Amado Boudou regresó ayer a la cárcel de Ezeiza tras la decisión de la Cámara de Casación que revocó la excarcelación.

Por tercera vez, el exvicepresidente Amado Boudou fue apresado ayer, luego de que la Cámara de Casación ordenara su inmediata detención al revocar su excarcelación a pedido de las querellas oficiales. De esta forma, y luego de haber obtenido una libertad morigerada en diciembre pasado mientras tramitaba su apelación a su condena a 5 años y 10 meses de prisión por el caso Ciccone, el exfuncionario fue trasladado al penal de Ezeiza para continuar cumpliendo con la sentencia que, de no mediar una nueva condena, lo habilitará para pedir la libertad en 2022, cuando se hayan cumplido los dos tercios de la pena. Con orden directa al Tribunal Oral Federal Nº4 para que acelere el trámite, los jueces lo intimaron a presentarse en Comodoro Py donde quedó inmediatamente a disposición del Servicio Penitenciario Federal.

Boudou, apenas conocido el fallo de la Sala IV de Casación, se presentó de manera espontánea en los tribunales de Retiro. Gustavo Hornos, y Juan Carlos Gemignani (que preside el máximo tribunal penal pero decidió intervenir en este fallo) hizo lugar a los pedidos de las querellas impulsadas por el Gobierno, la Unidad de Información Financiera y la Oficina Anticorrupción que por doble vía solicitaron su detención. El tercer camarista, Mariano Borinsky sostuvo que la resolución del tribunal “carecía de fundamentación adecuada” y que debía considerarse nula y devolverse al tribunal para que la rehaga. Antes, la fiscalía no se había opuesto a que continúe el trámite de apelaciones en libertad, con lo que había generado una luz de esperanza para el exfuncionario. Las querellas no suelen intervenir en incidentes de excarcelación. Así el caso Boudou vuelve a ser innovador: el Tribunal Oral Federal Nº4 lo condenara al final del juicio disponiendo su encarcelamiento inmediato y ahora con la intervención de la OA y la UIF para pedir que regrese a la cárcel. Casación pisó el acelerador en cuanto a la libertad de Boudou. En cambio, difirió para el 24 de abril una resolución vinculada con la revisión de la condena que le impartió el tribunal el 7 de agosto de 2018. El panorama para el exvice es una eventual confirmación de esa sentencia.

Minutos después de las 15, Boudou ingresó a Comodoro Py para evitar ser arrestado en su domicilio y se presentó ante el Tribunal que lo juzgó, ubicado en el sexto piso del edificio de Retiro, quedando inmediatamente detenido. Esos jueces habían lanzado una intimación a que se presente bajo el riesgo de ser acusado de desacato.

El voto concurrente de Hornos y Gemignani apuntó a los lazos residuales de poder que caracterizan a la denominada “doctrina Irurzun” pero sin mención directa. Señalaron que fue probada su intervención en la maniobra del levantamiento de la quiebra de Ciccone Calcográfica y que hubo amedrentamiento de testigos y otros riesgos procesales. Así justificó hacer lugar al pedido de la querellas. Hornos argumentó que existió “manipulación de organismos públicos, vínculos nacionales e internacionales, búsqueda de impunidad, y en las condiciones personales del imputado, estaban acreditados los riesgos procesales que sustentan su prisión preventiva”. Enumeraron el accionar de su amigo, José María Núñez Carmona como “prepotente y amenazante” y que existirían “recursos técnicos y económicos” para evadirse de la justicia, junto a que con su “accionar oculto” en la causa siempre habría intentado mantenerse al margen de la justicia.

También Casación dedicó cuestionamientos a las juezas María Gabriela López Iñiguez y Adriana Palliotti, que ingresó por el trasladado Pablo Bertuzzi que habían decidido liberar a Boudou. Hornos las acusó de “análisis sesgado” y falta de argumentación. Borinsky consideró que las juezas habían “omitido” dar tratamiento a “cuestiones sustanciales vinculadas a la existencia de riesgos procesales” por lo tanto su decisión era arbitraria.

En noviembre de 2017 Boudou fue detenido por el juez federal Ariel Lijo aplicando la “doctrina Irurzun” pero en una causa por enriquecimiento ilícito a la que le agregó posible lavado de dinero. Fue liberado por la Cámara Federal después de haber considerado injustificada la decisión. Más tarde fue condenado en el juicio por el TOF 4 e inmediatamente detenido, pero consiguió aguardar que el fallo quede firme con una tobillera electrónica. Ayer, regresó a Ezeiza.

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