16 de diciembre 2002 - 00:00

Tierra del Fuego esquivó el default

Antes de la devaluación, la deuda de Tierra del Fuego ascendía a u$s 157 millones, 86% en manos de los bancos, 12% de deuda flotante y 12% del bono Albatros contraído por la provincia. Según explican desde la provincia, por el desfase producido -como consecuencia de la devaluación- en la estructura del Albatros (en la cual la provincia recibe pesos y paga dólares) «era insostenible en el mediano y largo plazo a un tipo de cambio como el actual el cumplimiento de este compromiso y de los restantes. A esto se le sumaba la merma en los ingresos por coparticipación y la caída en la recaudación provincial».
En este marco, el gobierno provincial inició conversaciones con los tenedores de la deuda y logró reestructurarla, «evitando el default, conservando las estructuras financieras estabilizadas y asegurando el normal desarrollo de las prestaciones básicas que brinda el Estado provincial como educación, salud, seguridad y el pago de los salarios estatales», explicó el vicegobernador
Daniel Gallo.

Al decir de este funcionario, «gracias al programa de canje de deuda provincial, las gestiones realizadas ante el BCRA y los acreedores internacionales y un superávit primario de $ 25 millones, la provincia podrá encarar 2003 con un panorama alentador». Esto se traduciría en pagar «intereses por $ 30 millones y capital por $ 49 millones durante el año próximo»; en tanto que durante 2004, «de no mediar ninguna sorpresa macroeconómica como las que ha sufrido hasta hoy, esa suma descenderá a $ 14 millones en concepto de capital e interés», explicó Gallo.

Finalmente, el vicegobernador resumió el proceso de negociación que evitó el default señalando que «se consiguió firmar un Programa de Financiamiento ordenado con la Nación (Pacto Fiscal) en noviembre, que aseguró óptimas condiciones para el pago de la deuda con el Fondo Fiduciario Federal y los bancos oficiales». Además destacó que se entablaron negociaciones con los acreedores internacionales, «manifestando la firme voluntad de pago, lo que permitió evitar el default a pesar de los inconvenientes a partir de la devaluación, la pesificación asimétrica y el cierre del mercado de divisas» «Se mantuvo permanente contacto con los acreedores privados locales con el fin de encontrar entre las partes un perfil mutuamente conveniente para el pago de la deuda», aseguró..

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