Robaron la casa de Heber en Rocha

La propiedad del ministro, en el centro de la polémica por su plan contra los homicidios, está ubicada en Oceanía del Polonio.

Luis Alberto Heber en la inauguración de la nueva subcomisaria de Punta del Diablo, Rocha.

Foto: @Luisaheber

Durante el pasado domingo, un grupo de delincuentes robaron la casa del ministro del Interior, Luis Alberto Heber, ubicada en Oceanía del Polonio, localidad del departamento de Rocha. El titular de Interior se encuentra en el centro de la polémica por su plan contra la inseguridad, que consiste en el reclutamiento de expresidiarios que puedan conseguir “algún tipo de conexión diferente” con delincuentes en trabajos de inteligencia para combatir homicidios.

Entre los elementos sustraídos del interior de la vivienda, destacan una cartera y una mochila propiedad de la esposa del ministro. Interior, informó que se trató de un “hurto menor”, y que lo robado no tiene conexión con documentos del ministerio, o está relacionado con el trabajo del ministro. La policía continúa trabajando con algo de dificultad en la identificación de los responsables, ya que la propiedad no dispone de cámaras de seguridad.

Los homicidios aumentaron un 25% durante el año pasado

Además de la polémica por la contratación de antiguos presos mediante la financiación de unos 2 millones de dólares por parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el ministro ha sido cuestionado por un aumento del 25% en la tasa de homicidios el año pasado a comparación del 2021. En total se contabilizaron unos 383 homicidios, frente a los 306 del año anterior.

Heber, informó ante rueda de prensa que los homicidios se concentra en las zonas 3 y 4, “arriba —al norte— de Avenida Italia”, e insistió en que “la familia trabajadora” tiene garantizada la seguridad durante la actual gestión. Además evitó relativizar los datos de muertes por “ajustes de cuentas” entre bandas criminales, afirmando que es un tema que lo “preocupa” y en el cual se “encuentran trabajando”, ya que desde la cartera no quieren comunicar que esta situación “no les importa”, o decir que “se están matando entre ellos”.