22 de julio 2019 - 00:00

Valiosa muestra homenaje al artista Héctor Giuffré

Discípulo de Quinquela Martín y referente del realismo, residió en Chicago desde los años 80.

Guiffré. El nuevo espacio de Jacques Martínez en San Isidro le dedica una valiosa retrospectiva.
Guiffré. El nuevo espacio de Jacques Martínez en San Isidro le dedica una valiosa retrospectiva.

La historia empezó cuando Rosendo Martínez, uno de los fundadores de la Galería Witcomb, llevaba a su nieto, Jacques, a visitar las galerías de arte de la calle Florida. En 1979 Jacques, aviador naval, comandante de una escuadrilla de aviones de un portaviones, se retiró y después de una conversación con el artista Ernesto Deira, se convirtió en director de la Galería Carmen Waugh, centro de la vanguardia de ese momento y que desde 1969 existía en Florida 948.

Se cerró en 1989 y en 2005 reabrió sus puertas en Avenida de Mayo 1130 donde, bajo la dirección conjunta de Jacques, su hija Clara y un grupo de investigadoras, durante 10 años desarrolló una importante labor creativa diferente del tradicional concepto de galería. Su nueva sede en San Isidro, una galería subterránea de 100 m2, construcción a cargo de los arquitectos Sánchez Lagos y de la Torre, acaba de inaugurarse al público con una serie de propuestas, entre ellas: la pintura no murió en los 60 y tampoco ahora; si la obra no es buena, no hay guión curatorial que pueda ayudarla, las modas son enemigas del buen arte y el buen gusto también; la galería tradicional está obsoleta, tema que no es fácil de solucionar a pesar de las ideas que puedan ser innovadoras.

Junto al equipo curatorial se desarrolló un nuevo sistema de inventario, se han digitalizado el archivo y la base de datos relacionados con las obras de los artistas que está a disposición del público el cual, además, puede disfrutar del jardín de esa casona construida en 1930 además de un pequeño bar. Esta nueva galería Jacques Martínez abrió con “Retratando a Giuffré”, muestra homenaje al gran artista argentino que se radicó en Chicago en los 80 y que sólo exponía esporádicamente en Buenos Aires, pero a la que regresaba con frecuencia.

La última exposición del artista (Buenos Aires, 1944 - Chicago, 2018) tuvo lugar en el MAT (Museo de Arte Tigre) en abril-julio 2016, cuando su directora era María José Herrera, autora junto a Mariana Marchesi de los textos del catálogo “Héctor Giuffré - La realidad de la pintura”. Giuffré constituyó para nosotros un acercamiento a la reflexión profunda, al acto de pintar, la ética del artista, la crítica de arte y los problemas de la estética.

Enrolado en una corriente realista, aunque se reconozcan todos los elementos en su composición se necesitan algunas claves: la presencia de la luz, el dibujo muy elaborado, el tratamiento del espacio. Autor de naturalezas muertas, en absoluto complacientes, por el contrario, perturbadoras, retratista eximio donde su pensamiento “penetrar la apariencia para llegar a la esencia” se refleja en la imagen de los retratados, sus autorretratos donde el espectador es invitado a acompañar el acto de pintar deconstruyendo la imagen en diversos planos. El realismo de Giuffré está lleno de asociaciones psicológicas existenciales, severo, reflexivo y recuerda una de sus frases: “el arte es pensamiento”. (Visitas guiadas: miércoles de 17 a 21, sábados de 11 a 15. Roque Sáenz Peña 267, San Isidro. Clausura el 17 de agosto.)

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