El día que Carlos Slim Helú dejó de ser el hombre más rico del mundo por culpa de Enrique Peña Nieto

Se explica el evento específico en el que una decisión gubernamental se relacionó con el cambio en la posición mundial del empresario mexicano Carlos Slim.

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La fortuna y la posición de Carlos Slim Helú en el ranking mundial de los hombres más ricos han sido un tema de constante seguimiento a nivel internacional.

Durante varios años, el empresario mexicano se mantuvo en la cima de la lista mundial, un reflejo del éxito y la expansión de sus múltiples negocios en telecomunicaciones, industria y construcción, principalmente en América Latina.

Sin embargo, las dinámicas económicas y las decisiones políticas nacionales e internacionales pueden impactar de manera significativa la valuación de grandes corporaciones y, por ende, el patrimonio de sus accionistas principales.

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La reforma de EPN que redujo la fortuna de Carlos Slim Helú

Hubo un periodo en el que Slim lideró el ranking de Forbes: entre 2010 y 2013, el magnate mexicano fue considerado el individuo más adinerado del planeta, superando al estadounidense Bill Gates, quien llevaba varios años en el primer puesto.

Slim es mundialmente conocido por su empresa América Móvil y el dominio que ejerce en el sector de las telecomunicaciones tanto en México como en Latinoamérica.

Aun así, en 2014, el último año en que ostentó el título de la persona más rica del mundo, el empresario sufrió un fuerte impacto que redujo significativamente su patrimonio y lo desplazó del primer lugar. El declive de la fortuna de Slim fue provocado por una reforma de telecomunicaciones impulsada por el gobierno mexicano, en ese entonces encabezado por Enrique Peña Nieto.

El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) declaró a América Móvil como agente económico preponderante en su sector. Esta resolución obligó a la compañía de Slim a compartir su infraestructura con sus competidores y a aceptar tarifas reguladas por la interconexión. Estas medidas resultaron en una disminución notable de los ingresos del conglomerado, que obtenía el 31% de sus ganancias del mercado mexicano.

La situación se complicó aún más con el arribo de AT&T al país, tras adquirir las empresas Iusacell y Nextel (que previamente pertenecían a Grupo Salinas). La firma estadounidense agitó el mercado ofreciendo tarifas más accesibles y paquetes de datos atractivos para usuarios jóvenes y de bajos ingresos. Esto provocó que muchos clientes migraran de Telcel, filial de América Móvil.

Otro factor que afectó al empresario fue su incursión en el mercado de contenidos digitales con plataformas como UnoTV y Claro Video. A pesar de contar con un sólido respaldo tecnológico, estas plataformas no lograron cumplir las expectativas. De hecho, en 2015, UnoTV experimentó una caída del 22.7% en usuarios únicos desde dispositivos móviles, siendo su peor desempeño hasta ese momento.

Otras empresas de Slim también registraron números rojos. La minera Frisco reportó una pérdida superior a los mil millones de pesos en 2012, mientras que Grupo Inbursa, su brazo financiero, vio cómo el valor de sus acciones se depreciaba un 18.5% en 2015.