La historia poco conocida de Telcel: de ofrecer teléfonos para coches a ser la empresa más valiosa de Carlos Slim Helú

Conoce una de las historias menos conocidas de Telcel, una de las compañías que supo cambiar de rubro y modernizarse.

Telcel, la empresa de Carlos Slim Helú.

En el México de los años ochenta, tener un teléfono en el coche era sinónimo de estatus. Eran grandes, caros y poco accesibles para el ciudadano común. En ese contexto, nació Telcel, una empresa que apostó por una tecnología que parecía exclusiva, pero que con el tiempo se transformaría en una necesidad cotidiana.

Lo que pocos recuerdan es que Telcel comenzó como un servicio limitado de telefonía móvil para autos, una propuesta innovadora en su momento que marcaría el inicio de una revolución en las telecomunicaciones del país.

Con el paso del tiempo, la compañía fue transformándose. En 1990, con la privatización de Teléfonos de México (Telmex), Carlos Slim Helú adquirió el control de la telefonía fija, pero fue con Telcel donde realmente comenzó a construir su imperio digital. Gracias a su visión empresarial y a una serie de inversiones estratégicas, Slim convirtió a Telcel en la operadora líder en el país. Hoy en día, más del 60% del mercado de telefonía móvil en México pertenece a esta compañía, lo que la ha consolidado como uno de los pilares más importantes del Grupo Carso.

Pese a su presencia cotidiana en la vida de millones de mexicanos, la historia de Telcel no siempre es tan conocida. Su evolución va más allá de lo comercial: también representa la historia de cómo un servicio elitista se convirtió en masivo, y cómo Carlos Slim Helú supo aprovechar una oportunidad tecnológica para construir una de las fortunas más grandes del mundo. A continuación, repasamos en detalle cómo fue este ascenso.

Esta es la historia de Telcel de Carlos Slim Helú

Telcel fue fundada en 1989 como parte de Radiomóvil Dipsa, una empresa que ofrecía telefonía móvil a través de radiocomunicación. En sus inicios, el servicio estaba dirigido a un nicho de mercado: empresarios y altos ejecutivos que requerían mantenerse comunicados desde sus vehículos. Los dispositivos eran grandes, con instalación fija y cobertura limitada. Sin embargo, representaban una novedad absoluta en un país donde la telefonía aún era un privilegio.

A principios de los años 90, la liberalización del sector de telecomunicaciones en México abrió nuevas oportunidades. Carlos Slim, quien ya había adquirido Telmex, integró Telcel como su brazo móvil y la impulsó con fuerza. En 1994, con el inicio de las redes digitales GSM, la empresa dio un salto tecnológico que le permitió ampliar cobertura, mejorar la calidad del servicio y ofrecer teléfonos más accesibles al público. A partir de ese momento, comenzó un crecimiento sostenido que la llevó a dominar el mercado mexicano.

Hoy, Telcel es mucho más que una empresa de telefonía: representa uno de los activos más valiosos de América Móvil, el conglomerado de telecomunicaciones de Carlos Slim. La compañía tiene presencia en toda la República Mexicana, cuenta con una red 5G en expansión y ofrece servicios que van desde planes básicos hasta soluciones empresariales de gran escala. Gracias a Telcel, Slim no solo se convirtió en uno de los hombres más ricos del planeta, sino también en un actor clave en el desarrollo digital de México.