Las joyas naturales ocultas de CDMX que pocos conocen y enamoran a los visitantes

Estos sitios son muy recomendados para poder gozar de unos buenos días y disfrutar en familia.

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La Ciudad de México (CDMX) ofrece interesantes y muy divertidas alternativas para pasar un hermoso verano rodeado de seres queridos.

Es que, gracias a sus museos, sus pintorescas avenidas y sus bosques de montaña, se podrá estar en contacto directo con la naturaleza y, al mismo tiempo, poder tomar unos días de descanso y relajación.

Es por eso que, a continuación, conoceremos a las joyas naturales ocultas de CDMX que pocos conocen y enamora a los visitantes.

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Cuáles son las joyas naturales ocultas de CDMX

Los Dinamos

Subiendo por Luis Cabrera, a la izquierda, llegarás a un bosque oculto en medio de la ciudad. Te sugerimos estacionarte en el tercer dinamo, disfrutar de unas deliciosas quesadillas y comenzar a recorrer el río en dirección ascendente. Después de un par de horas respirando aire fresco y admirando paisajes hermosos, llegarás a un mirador que difícilmente imaginarías que se encuentra en pleno corazón de la CDMX.

Fuentes Brotantes del Bosque de Tlalpan

Si te gusta hacer ejercicio, este lugar es perfecto para ti. Aunque el Bosque de Tlalpan suele ser bastante concurrido, las Fuentes Brotantes son uno de esos rincones ocultos en la CDMX que ofrecen un momento de tranquilidad y relajación.

Arca Tierra, las chinampas de Xochimilco

Dedica un día entero a explorar la parte agrícola de la ciudad o disfruta de un amanecer chinampero con un delicioso desayuno estilo campestre. Arca Tierra ofrece distintos recorridos que seguramente te sorprenderán.

Pabellón Coreano

En la primera sección de Chapultepec encontrarás este pequeño rincón oriental, ideal para tomar fotos. Es una excelente opción para un picnic cercano o, si prefieres, puedes aprovechar la caminata y disfrutar de una comida en Polanco.

Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada

Desde el exterior, parece un edificio neoclásico común, pero al entrar, los colores vibrantes cautivan la vista. El muralista mexico-ruso Vlady plasmó escenas de la historia social y económica de México en este espacio, que fue teatro y hoy alberga más obras literarias de lo que parece.