Así es la mansión de Abelito en CDMX: estilo gótico, banquitos por todos lados y hasta un estudio musical subterráneo

Los millonarios también necesitan banquitos: así es la excéntrica casa del influencer Abelito, llena de sorpresas y rincones creativos.

Así es la mansión de Abelito en CDMX: estilo gótico, banquitos por todos lados y hasta un estudio musical subterráneo

Abelito, el carismático influencer y rapero que ha ganado fama gracias a su participación en La Casa de los Famosos, no solo ha conquistado al público por su personalidad única, sino también por su excéntrico estilo de vida. Desde hace un año, vive en una llamativa propiedad ubicada en la Ciudad de México, que no solo funciona como su hogar, sino también como oficina y estudio creativo para sus múltiples proyectos.

Aunque bromea diciendo que vive en “una casa de muñecas” o “en un castillo”, lo cierto es que su mansión ha captado la atención de miles de seguidores en redes sociales por su diseño particular y los elementos que la hacen 100% funcional para él. Abelito no ha dudado en compartir cada rincón de su casa a través de su canal de YouTube, revelando detalles que van desde su decoración hasta las adaptaciones que ha implementado para su comodidad.

La propiedad fue adquirida justo cuando su carrera comenzó a despegar gracias a contratos con marcas, programas de televisión y su propia productora musical, Royal Religion Records. En los videos donde la muestra, el influencer asegura que es un lugar que le inspira y que lo hace sentir cómodo, pese a los retos arquitectónicos que ha tenido que enfrentar.

Así es la mansión de Abelito en CDMX: funcionalidad ante todo

Una de las características más curiosas de la mansión de Abelito son los banquitos distribuidos por toda la casa. Desde la cocina hasta el baño, el rapero ha colocado estos elementos para facilitar su movilidad y alcance, dado que la casa no fue adaptada desde el inicio a sus necesidades de estatura.

Los banquitos, en su mayoría de plástico y con diseños infantiles, contrastan con el diseño gótico de la propiedad, pero cumplen una función esencial en su día a día. En uno de sus videos más virales, se puede ver cómo los utiliza para cocinar, alcanzar la alacena o simplemente sentarse a platicar con amigos.

Aunque muchos lo relacionan con el banquito de madera que usa dentro del reality show, el influencer explica que en casa prefiere los más ligeros y fáciles de mover. Para él, estos detalles son parte de su rutina, pero también una muestra de que adaptarse a cualquier espacio es posible con ingenio.

La fachada de la casa de Abelito ha generado comentarios por su aire gótico, con paredes oscuras, ventanales alargados y una arquitectura que algunos describen como “de castillo urbano”. Esta estética ha sido parte del atractivo de su hogar, el cual combina lo visualmente imponente con lo práctico.

Uno de los detalles más llamativos es que la mansión cuenta con una planta subterránea, donde guarda dos automóviles y algunas motocicletas que pertenecen a amigos y colegas del medio musical. Este nivel también se usa como espacio de almacenamiento y ocasionalmente como punto de reunión para su equipo de trabajo.

Así es la mansión de Abelito en CDMX: también es un espacio de trabajo

El piso principal de la casa está equipado con una pantalla gigante en la sala, conectada a una consola de videojuegos. Sin embargo, el corazón de su actividad profesional está en los dos estudios de grabación que mandó acondicionar en la misma propiedad.

Allí se producen pistas, se graban voces y se realizan sesiones creativas para los proyectos de Royal Religion Records, su sello musical. Aunque en ocasiones confiesa que siente la casa demasiado grande para él solo, también reconoce que se ha convertido en un punto de encuentro para otros artistas y un centro de operaciones para sus actividades como influencer, locutor y presentador.

Con su mansión en CDMX, Abelito no solo demuestra que el éxito puede construirse desde la autenticidad, sino que también refleja cómo los millonarios pueden elegir formas muy peculiares —y funcionales— de vivir.