Así es la mansión de Julión Álvarez en Chiapas: el lujoso rancho donde cambia el micrófono por la vida de ganadero

Entre los millonarios de la música, Julión Álvarez destaca con un rancho en Chiapas donde vive como ganadero lejos de los escenarios.

Así es la mansión de la estrella del regional: el rancho de Julión Álvarez en Chiapas donde cambia el micrófono por la vida de ganadero

Detrás de los reflectores, los escenarios llenos y las giras internacionales, Julión Álvarez ha encontrado su refugio en el campo. A diferencia de otros millonarios del regional mexicano, el cantante no se siente más cómodo en una mansión de lujo o en un estudio de grabación, sino en su rancho, entre vacas, caballos y montañas. Su propiedad, ubicada en el municipio de La Concordia, Chiapas, se ha convertido en un símbolo de su conexión con la tierra y sus raíces.

El intérprete de El color de tus ojos ha construido un imperio musical con más de dos décadas de carrera, pero lejos del ruido de la fama, lleva una vida sencilla dedicada a la ganadería. Para él, el éxito no se mide en discos vendidos ni en reproducciones digitales, sino en el bienestar de sus animales y en la tranquilidad que le brinda su entorno natural.

A finales de 2023, el nombre del cantante volvió a los titulares luego de un enfrentamiento armado ocurrido cerca de su rancho. Sin embargo, su agencia aclaró rápidamente que Julión y su familia estaban a salvo y que el artista no tenía relación con los hechos, pues se trató de una disputa entre grupos ajenos a él.

Mansiones de famosos: así es el rancho de Julión Álvarez en Chiapas

La propiedad de Julión Álvarez abarca varias hectáreas de terreno en un entorno rodeado de vegetación, montañas y un profundo aire rural. Allí, el cantante pasa sus días junto a su esposa e hijas cuando no está de gira. En este espacio no hay cámaras ni reflectores: solo el sonido de los animales y el viento que atraviesa los potreros.

En su canal oficial de YouTube, el artista publicó un documental titulado Esta es mi vida – Capítulo 1: El rancho, donde mostró cómo transcurren sus días lejos del escenario. En el video se observa cómo recorre su propiedad a caballo o en camioneta, revisando cada lote de tierra y asegurándose de que los animales estén en buen estado.

“Aquí no me conocen por cantante, aquí soy ganadero”, dice el artista con orgullo en una de las escenas. Su rancho está dividido en diferentes secciones dedicadas a la cría y cuidado de vacas, toros, caballos, perros y aves. Incluso ha mencionado que, por las noches, suele escuchar el rugido de un “gatote” que podría ser un jaguar, aunque nunca lo ha visto en persona.

El intérprete chiapaneco comienza su día muy temprano, cuando el sol apenas ilumina los cerros. Después de un desayuno tradicional, se dedica a supervisar la alimentación del ganado. En su rancho trabaja un equipo especializado, entre ellos un médico veterinario y un nutriólogo animal, quienes se encargan de proporcionar las porciones adecuadas de minerales y nutrientes.

Julión no teme ensuciarse las manos: lo mismo se le ve manejando maquinaria que tomando una pala para trabajar la tierra. Viste con ropa sencilla, una gorra para protegerse del sol y, en ocasiones, una camiseta que usa como protección adicional para la cabeza.

“Me gusta trabajar aquí, sentir la tierra, cuidar a los animales… esto me da paz”, ha dicho el cantante en más de una entrevista. Y esa paz es precisamente lo que lo ha llevado a equilibrar la fama con su amor por el campo.

@sapsgrupero

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A pesar de su estatus entre los grandes millonarios del regional mexicano, Julión Álvarez se mantiene fiel a sus raíces chiapanecas. No presume joyas ni autos deportivos, sino hectáreas de tierra fértil y animales bien cuidados.

Su rancho es una extensión de su identidad: un espacio donde el artista deja atrás el traje de ídolo y se convierte en un hombre común, amante de la naturaleza, del trabajo duro y del silencio del campo.

Lejos de los reflectores, Julión Álvarez demuestra que el verdadero lujo no siempre está en las mansiones, sino en la libertad de vivir a su manera, entre la música, el campo y la familia.