Chau pánico escénico: Harvard revela lo qué debes hacer para hablar en público

La prestigiosa universidad estadounidense realizó un estudio y llegó a conclusiones que te servirán para tu próxima exposición.

Conoce los tips recomendados por Harvard para tener una buena oratoria en público. 

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Hablar en público es una habilidad que puede abrir puertas en el ámbito profesional y personal, pero también es una de las tareas más temidas por muchos. El miedo escénico o la ansiedad al dirigirse a una audiencia no discriminan entre novatos o experimentados; todos pueden sentir ese temblor en las manos o esa opresión en el pecho antes de subir al escenario. Afortunadamente, la ciencia nos ofrece herramientas para superar estos desafíos.

Un estudio realizado por expertos de la Universidad de Harvard, liderado por la profesora Marjorie North, identifica diez estrategias clave para enfrentar con éxito la tarea de hablar en público. Estas recomendaciones se basan en investigaciones y en años de experiencia, con el objetivo de ayudar a los oradores a transmitir su mensaje con claridad, confianza y conexión emocional.

Desde cómo prepararse de manera efectiva hasta técnicas para captar y mantener la atención de la audiencia, estas estrategias están diseñadas para transformar el nerviosismo en energía positiva. A continuación, te presentamos las principales recomendaciones de Harvard para que tu próxima presentación sea todo un éxito.

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Harvard: las 10 cosas que debes hacer si tienes que hablar en público

• Define tu objetivo claramente: Antes de redactar tu discurso, es fundamental entender cuál es el propósito de tu presentación. ¿Quieres educar, persuadir, inspirar o simplemente entretener? Esta claridad te ayudará a estructurar tu contenido de manera efectiva y a mantener un enfoque constante durante tu intervención.

Investiga a tu audiencia: Conocer a quién te diriges es crucial. ¿Quiénes son? ¿Cuáles son sus intereses, preocupaciones y expectativas? Entender a tu audiencia te permitirá adaptar tu mensaje para que sea más relevante y tenga un mayor impacto.

Estructura tu discurso de forma lógica: Organiza tus ideas de manera que fluyan naturalmente de un punto al siguiente. Los primeros 30 segundos son esenciales para captar la atención del público, así que empieza con algo fuerte: una historia, una cita o un hecho sorprendente. Luego, desarrolla tus puntos principales y concluye con una llamada a la acción o un pensamiento final contundente.

Practica, practica, y practica más: No hay mejor forma de sentirse seguro que estando bien preparado. Ensaya tu discurso en voz alta, preferiblemente frente a un espejo o grabándote en video. Esto no solo te ayudará a memorizar tus puntos clave, sino que también te permitirá pulir tu lenguaje corporal y tus expresiones faciales.

Sé auténtico y genuino: No trates de ser alguien que no eres. La autenticidad genera confianza y conexión con tu audiencia. Deja que tu personalidad brille a través de tus palabras y gestos, y no temas mostrar tu verdadero yo.

Utiliza historias y ejemplos concretos: Los seres humanos conectan con las historias. Incorporar anécdotas personales o ejemplos prácticos puede hacer que tu mensaje sea más accesible y memorable.

Mantén el contacto visual: Leer directamente de tus notas puede crear una barrera entre tú y tu audiencia. En lugar de eso, mantén el contacto visual para crear una conexión más fuerte y asegurarte de que tu mensaje se reciba con la intención correcta.

Controla tus gestos y utiliza tu lenguaje corporal de manera efectiva: Tus manos, tu postura y tus movimientos pueden decir tanto como tus palabras. Utiliza gestos naturales para enfatizar tus puntos, pero evita movimientos nerviosos que puedan distraer al público.

Atrae la atención desde el principio y deja una impresión duradera: Comienza con algo que capte la atención de inmediato, como una pregunta retórica o un hecho inesperado. Y cuando llegue el momento de cerrar, hazlo con una declaración que resuene y que deje a la audiencia reflexionando.

Emplea herramientas visuales con precaución: Aunque las ayudas visuales pueden ser útiles para ilustrar puntos complejos, un exceso de ellas puede distraer la atención del orador. Utiliza gráficos, imágenes o videos solo cuando realmente añadan valor a tu presentación.

Aplicando estas estrategias, cualquier persona puede convertirse en un orador más efectivo y confiado. La clave está en la preparación, el conocimiento del público y la autenticidad, elementos que harán que tu discurso destaque y sea recordado.