La adicción a las redes sociales ha emergido como una de las preocupaciones más relevantes de la actualidad, sobre todo entre los jóvenes que se ven inmersos en la vorágine de videos cortos. Un estudio reciente de la Universidad de Harvard, una de las instituciones académicas más prestigiosas del mundo, se ha dedicado a analizar este fenómeno conocido como "doomscrolling". A través de una investigación exhaustiva que incluyó a más de 6,000 participantes, los investigadores buscan entender por qué este comportamiento se ha convertido en algo tan habitual y cómo afecta la salud mental de los usuarios.
Qué dice Harvard sobre el "doomscrolling": la adicción de ver videos por redes sin freno
Un problema que afecta a chicos, adolescentes y adultos está cada vez más en el ojo de la tormenta: checa las conclusiones de Harvard.
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La investigación liderada por expertos en psicología se centra en cómo las plataformas de redes sociales han diseñado sus contenidos para maximizar el tiempo de visualización. La profesora Eilish Duke, quien formó parte del equipo, destaca que los jóvenes, en su afán de entretenerse, pueden perder la noción del tiempo y terminar consumiendo horas de videos sin darse cuenta. Este tipo de consumo no solo afecta su bienestar emocional, sino que también resalta la necesidad urgente de encontrar un equilibrio en el uso de la tecnología.
Los hallazgos de este estudio no son solo un reflejo de un problema emergente; también subrayan la importancia de crear conciencia sobre los efectos del "doomscrolling". A continuación, se exploran las conclusiones del estudio de Harvard y se ofrecen consejos prácticos para ayudar a los jóvenes a manejar su tiempo en las redes sociales de manera más saludable.
La conclusión de Harvard sobre el "doomscrolling"
El estudio realizado por Harvard revela que el "doomscrolling" puede llevar a un ciclo perjudicial de adicción a las redes. Los investigadores encontraron que los participantes que vieron cinco videos consecutivos eran un 10% más propensos a seguir mirando, lo que indica que la cantidad de contenido consumido influye directamente en el deseo de continuar scrolleando. Este hábito puede ser particularmente peligroso, ya que se ha vinculado a un aumento en los niveles de ansiedad y depresión entre los jóvenes.
Una observación clave de la investigación fue que la percepción de que los videos son similares puede incentivar a los usuarios a continuar mirando. Los hallazgos mostraron un aumento del 21% en la probabilidad de que los usuarios siguieran consumiendo contenido si sentían que lo que veían estaba relacionado. Además, aquellos que se embarcaban en un consumo ininterrumpido de videos eran un 22% más propensos a continuar viendo más, en comparación con aquellos que intercalaban su visualización con otras actividades. Estos resultados subrayan cómo las plataformas están diseñadas para mantener a los usuarios enganchados, planteando serias preocupaciones sobre su impacto en la salud mental.
Detox de redes: cinco consejos para pasar menos horas en la pantalla
Ante las preocupaciones sobre el "doomscrolling", es crucial que la Generación Z implemente estrategias efectivas para reducir su tiempo de pantalla. A continuación, se presentan cinco recomendaciones para una "desintoxicación digital" que pueden ayudar a establecer una relación más saludable con las redes sociales:
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Desinstalar aplicaciones temporales: Considera eliminar las redes sociales de tu dispositivo por un tiempo. Esta medida puede ayudarte a romper el ciclo de consumo excesivo y permitirte enfocarte en actividades más productivas.
Programar horas sin pantallas: Establece momentos específicos a lo largo del día en los que te desconectes de tu teléfono. Este enfoque puede ayudarte a mejorar tu calidad de sueño y a disminuir la dependencia del dispositivo.
Establecer límites de tiempo: Aprovecha las funciones de tu smartphone que permiten limitar el uso de aplicaciones. Esto te permitirá tener un mejor control sobre cuánto tiempo dedicas a cada plataforma y evitar la sobreexposición.
Realizar el detox en compañía: Invita a un amigo a unirse a tu detox digital. Apoyarse mutuamente en esta iniciativa puede hacer que el proceso sea más ameno y motivador, además de fortalecer sus interacciones personales.
Planificar el uso de redes: En lugar de revisar tus redes sociales continuamente, designa horarios específicos para hacerlo. Esto ayudará a que tu consumo sea más consciente y no interfiera con tus actividades diarias.
Implementar estas estrategias puede ser el primer paso hacia una relación más saludable con la tecnología, lo que permitirá a los jóvenes mitigar los efectos negativos del "doomscrolling" y disfrutar de un uso más equilibrado de las redes sociales.
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