Luis Lacalle Pou se encamina a terminar su gobierno de coalición con un saldo de aprobación positivo entre los uruguayos, que dejan al mandatario muy cerca de convertirse en el tercer presidente postdictadura en culminar su período en terreno verde.
Luis Lacalle Pou se encamina a terminar su gobierno con un saldo de aprobación positivo
El mandatario está cerca de convertirse en el tercer presidente postdictadura en culminar su período en terreno verde.
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La gestión de Luis Lacalle Pou tiene la aprobación del 47% de la población
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Luis Lacalle Pou creció en su aprobación, a pesar del escándalo de Artigas
Luis Lacalle Pou reúne la aprobación de la mitad del país.
La última encuesta de Equipos Consultores sobre la imagen presidencial arrojó que Lacalle Pou reúne un 50% de simpatías en la población, mientras que un 31% desaprueba su mandato, con un 19% que ni aprueba ni desaprueba. Estas cifras implican un leve crecimiento en la valoración de la gestión del jefe de Estado, aunque se observa una clara estabilidad en las mismas a lo largo del año.
El referente del Partido Nacional arrasa entre los votantes de derecha, donde un 83% aprueba su gestión y solo un 5% la rechaza, al tiempo que suma un 49% de adhesiones entre los votantes autodefinidos como de centro, con un 25% de rechazo. En el otro extremo, solo el 20% de los votantes de izquierda valoró positivamente el período, con un 61% que se mostró contrario.
Comparativa histórica de la imagen de los presidentes
Desde el retorno a la democracia, solo los frenteamplistas Tabaré Vázquez (en su primera presidencia) y José Mujica ostentaron porcentajes superiores de aprobación y menores de desaprobación a esta altura del año y del proceso electoral.
En octubre del 2009, Vázquez presentaba una imagen positiva del 65% y una negativa del 16% para la ciudadanía, mientras que Mujica sostenía un 56% en verde y un 27% en rojo para octubre de 2014.
En octubre de 1994, Luis Alberto Lacalle de Herrera mantenía una imagen positiva del 29%, pero una negativa del 44%. Estos números son apenas mejores que los que presentó el segundo mandato de Julio María Sanguinetti en octubre de 1999, con un 28% de aprobación y 49% de rechazo.
En el otro extremo, el peor valorado fue Jorge Batlle, quien, golpeado tras la crisis económica del 2002, llegó a octubre de 2004 sólo con un 9% de aprobación y un rechazo del 75%.
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