La familia más rica de Puebla fue más poderosa que los Slim: de iniciar su fortuna en el mundo textil a crear un imperio de cines a nivel nacional

La familia Jenkins fue la más rica de Puebla y superó a los Slim: de la industria textil a un imperio de cines y una herencia marcada por polémicas.

La familia más rica de Puebla fue más poderosa que los Slim: de iniciar su fortuna en el mundo textil a crear un imperio de cines a nivel nacional

En México, los millonarios no solo se distinguen por la magnitud de su fortuna, sino por la influencia histórica y económica que han ejercido en distintas regiones del país. Algunas familias lograron acumular tanto poder que, durante décadas, marcaron el rumbo de sectores clave como la banca, la industria y la cultura.

Uno de los casos más llamativos ocurrió en Puebla, una entidad reconocida por su riqueza cultural y su peso histórico en el desarrollo nacional. Allí se consolidó una dinastía empresarial que llegó a superar en fortuna e influencia a otros grandes capitales de su época.

Se trata de la familia Jenkins, un apellido que pasó de los telares a las salas de cine y que, antes del ascenso de Carlos Slim Helú, colocó a su fundador como el hombre más rico de México, con un poder económico sin precedentes.

La familia Jenkins, la más rica de Puebla

La historia de la familia Jenkins en México inicia con William O. Jenkins, un empresario estadounidense originario de Tennessee que llegó al país a principios del siglo XX. Su visión para los negocios lo llevó a identificar oportunidades en Puebla, donde comenzó su fortuna en el sector textil, uno de los motores económicos de la época.

Con el paso de los años, Jenkins diversificó sus inversiones hacia el sector inmobiliario y financiero, pero su mayor impacto llegó con la industria cinematográfica. A través de la adquisición y creación de salas de cine, logró controlar hasta el 80% de los espacios de exhibición en México, construyendo un verdadero monopolio cultural y comercial a nivel nacional.

William O. Jenkins

Gracias a este crecimiento acelerado, William O. Jenkins se convirtió en el hombre más rico del país durante varias décadas, mucho antes de la irrupción de Carlos Slim Helú en la escena empresarial mexicana. Su influencia trascendió Puebla y se extendió a buena parte del territorio nacional.

Parte esencial de su legado fue la filantropía. A través de la Fundación Mary Street Jenkins —nombrada en honor a su esposa— destinó gran parte de su riqueza a proyectos educativos, culturales y sociales. Uno de los más emblemáticos fue el impulso a la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP), además de obras enfocadas en salud, acceso al agua y apoyo a comunidades vulnerables.

Al morir en 1963, Jenkins tomó una decisión inusual para un magnate: no heredó su fortuna a sus hijos, sino que dejó todo bajo el control de la fundación, confiando en que su familia respetaría los estatutos y continuaría con su visión social.

Las controversias de la familia Jenkins

Con el paso del tiempo, esa decisión se convirtió en el origen de una profunda crisis. Algunos descendientes de William O. Jenkins comenzaron a cuestionar no haber recibido una herencia directa y buscaron modificar el manejo de los recursos de la fundación.

De acuerdo con investigaciones posteriores, ciertos integrantes de la familia incurrieron en irregularidades financieras, incluyendo la presunta sustracción ilegal de fondos y operaciones que fueron señaladas como lavado de dinero. Estas acciones habrían contado con respaldo político a nivel estatal en administraciones pasadas.

Sin embargo, el cambio de gobierno en Puebla permitió que las anomalías salieran a la luz. La Fiscalía General de la República intervino en el caso, ordenando investigaciones y acciones legales contra los presuntos responsables, algunos de los cuales abandonaron el país para evadir la justicia.

A pesar de estas controversias, otros miembros de la familia Jenkins han continuado con la labor filantrópica, buscando preservar el legado de William O. Jenkins y mantener su impacto en sectores clave como la educación, la salud y la cultura en Puebla.