La historia empresarial de México está marcada por figuras femeninas que, con visión y determinación, han logrado cimentar algunas de las marcas más icónicas del país.
La poderosa mujer mexicana que creó la marca Marinela y es heredera de uno de los imperios más ricos de México
El reportaje explora el perfil de la influyente empresaria que no solo impulsó la creación de una reconocida marca mexicana de panificación, sino que también forma parte de la línea sucesoria de una de las familias más acaudaladas del país.
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María Elena Servitke Montull, heredera del Grupo Bimbo.
Estas trayectorias no solo representan un logro personal, sino que también se inscriben en el tejido económico nacional, demostrando la capacidad de liderazgo y la influencia de las mujeres en la construcción de grandes corporaciones.
En el sector de los alimentos y la panificación, la creación de productos que trascienden generaciones se convierte en un fenómeno digno de análisis. Un claro ejemplo de ello es María Elena Servitke Montull, heredera del Grupo Bimbo y quien dio origen a la marca Marinela.
La historia de la marca Marinela y el origen de su nombre
Desde su inicio en 1955, Marinela ha logrado mantenerse como un referente constante en la cultura popular mexicana, gracias a la creación de productos emblemáticos como el pastelito Gansito. Hoy en día, sus galletas y panecillos son los predilectos de miles de familias en todo el país.
El sueño y la meta de los fundadores de Bimbo era incursionar en el ámbito de la repostería, especialmente con pastelillos al estilo estadounidense. Con este propósito, decidieron fundar una compañía enfocada exclusivamente en este sector. Así fue como nació Pabisa (Pastelería y Bizcochos, S.A.), empresa que posteriormente adoptaría el nombre de Marinela. Bajo esta primera denominación, registraron la marca Keik, una forma fonética de escribir la palabra en inglés ‘cake’ (pastel).
Las primeras pruebas de estos pastelillos se limitaron a tres sabores –naranja, fresa y chocolate– y tenían una forma redonda y sencilla, buscando medir la respuesta del mercado, con la esperanza de tener éxito. No obstante, después de un año, la marca no logró prosperar en México. Lejos de desistir, los fundadores buscaron soluciones para impulsar el proyecto de repostería, siendo uno de los cambios cruciales la modificación del nombre.
Mientras Lorenzo Servitje Sendra, fundador de Bimbo, meditaba sobre cómo revitalizar el interés del público por sus productos, un evento en su vida personal influiría significativamente en el rumbo de la empresa: el nacimiento de su hija, María Elena, en 1954. Apenas unos meses después de su nacimiento, la pequeña María Elena Victoria Servitje Montull, a quien cariñosamente llamaban ‘Marinela’ como diminutivo de sus nombres, se convirtió en la inspiración para que Lorenzo rebautizara Pabisa como Marinela. La imagen distintiva de la marca era una niña de cabello rubio. Con esta nueva identidad, se lanzó al mercado una renovada gama de pastelitos individuales, entre los que destacaron productos como Pipuchos, Canastitas, Delicias, Empanadas y Tartaletas, por nombrar solo algunos.
Quién es María Elena Servitke Montull
María Elena Victoria Servitje Montull, a quien se le conoce popularmente como ‘Marinela’, pertenece a una de las estirpes de negocios más destacadas e influyentes de México. Si bien su apellido se asocia directamente con el imperio de Grupo Bimbo, la huella que ha dejado va más allá del ramo panificador.
A diferencia de otros miembros de su familia, ella eligió una ruta independiente, centrándose en el ámbito cultural, la educación y la trascendencia social.
La empresaria ‘Marinela’ Servitje cursó la carrera de Sociología en la Universidad Iberoamericana, de donde obtuvo su título en 1983, según consta en el Registro Nacional de Profesionistas. Además, cuenta con una maestría en Desarrollo Internacional de la Educación que cursó en la Universidad de Stanford.
Trabajó durante varios años en la Secretaría de Educación Pública (SEP); su labor inicial consistió en capacitar a profesores de educación para adultos por el lapso de un año. También impartió materias de educación y pedagogía en instituciones de nivel superior como la Universidad Anáhuac y la Iberoamericana.
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