Estas cervezas mexicanas son peores que beber un refresco por su alto nivel de azúcar y Profeco las prohíbe

Profeco advierte sobre cervezas mexicanas con más azúcar que un refresco y recomienda evitarlas por su impacto negativo en la salud.

Estas cervezas mexicanas son peores que beber un refresco por su alto nivel de azúcar y Profeco las prohíbe

La Profeco (Procuraduría Federal del Consumidor) ha puesto la lupa sobre un tema que muchos pasan por alto: el contenido de azúcar en las cervezas mexicanas. Aunque este producto es una de las bebidas más consumidas en el país y suele asociarse con reuniones, celebraciones y hasta con cierto estilo de vida, lo cierto es que no todas las opciones del mercado son iguales. Algunas marcas contienen niveles de azúcar tan elevados que incluso superan a los refrescos tradicionales.

Esta situación representa un problema de salud pública, ya que los consumidores difícilmente asocian la cerveza con un alto aporte de azúcares simples. Al contrario, la percepción generalizada es que se trata de una bebida alcohólica con bajo contenido en carbohidratos, lo cual no siempre es cierto. Profeco se ha encargado de demostrarlo mediante un reciente análisis de laboratorio.

El estudio reveló que varias marcas populares de cerveza, especialmente aquellas con presentaciones saborizadas o mezcladas con jugos y edulcorantes, alcanzan niveles de azúcar que oscilan entre 5 y 15 gramos por porción, lo que equivale a casi tres cucharaditas. Una cantidad nada despreciable si se considera que muchos mexicanos consumen más de una cerveza en una sola sentada.

Profeco: las cervezas mexicanas con mayor nivel de azúcar

De acuerdo con la investigación, las cervezas que encabezan la lista de las menos recomendables por su aporte de azúcar son:

• Modelo Especial

• Corona Extra

Estas cervezas mexicanas son peores que beber un refresco por su alto nivel de azúcar y Profeco las prohíbe

• Sol

• Michelob Ultra (versiones con sabor)

• Bud Light (versiones saborizadas)

La institución alertó que el consumo habitual de estas bebidas puede incrementar el riesgo de padecer obesidad, resistencia a la insulina y enfermedades cardiovasculares. A diferencia de los refrescos, cuya etiqueta sí especifica con claridad la cantidad de azúcar, en las cervezas no existe una regulación estricta que obligue a los fabricantes a detallar este ingrediente, lo que genera desinformación en el consumidor.

Profeco enfatizó que el problema se agrava porque el exceso de azúcar combinado con alcohol tiene efectos aún más nocivos en el metabolismo, afectando la forma en que el cuerpo procesa los carbohidratos. Por ello, la recomendación principal es moderar su consumo y, de ser posible, evitarlas.

Entre las alternativas más saludables, el organismo sugiere optar por cervezas artesanales o versiones light y sin alcohol, que suelen contener menos calorías y azúcares. Además, invitó a los consumidores a leer cuidadosamente las etiquetas y a desconfiar de las opciones saborizadas, pues suelen ser las que más edulcorantes y calorías esconden.

El impacto de este estudio no solo se queda en el ámbito de la salud individual, sino que también abre el debate sobre la necesidad de una regulación más estricta en el etiquetado de las cervezas. Así, los consumidores tendrían herramientas claras para tomar decisiones informadas y conscientes.