Hidalgo, un estado que guarda la esencia de la cultura y la belleza natural de México, es hogar de innumerables joyas que quedan a muy pocas horas de la Ciudad de México (CDMX).
Este es el pueblo de Hidalgo más bello y atractivo para ir de vacaciones, según los turistas
Los visitantes que han recorrido sus calles empedradas y admirado sus fachadas coloridas no dudan en señalarlo como un lugar que cautiva los sentidos.
-
El destino de Hidalgo que queda a menos de 3 horas de CDMX y es el mejor pueblo para visitar en días de frío
-
La magia de Córdoba, el pueblo mágico de Veracruz repleto de historia, belleza natural y el café más rico de todo México
¿Conoces este increíble pueblo de Hidalgo?
Entre sus paisajes montañosos y sus tradiciones arraigadas, se esconde un Pueblo Mágico que, según el consenso de los turistas, se alza como el más bello y atractivo de la región.
Este reconocimiento no es casualidad; su encanto reside en la combinación perfecta de historia, arquitectura pintoresca y la calidez de su gente, elementos que lo convierten en un destino imperdible para quienes buscan una experiencia auténtica.
Real del Monte, el pueblo de Hidalgo más bello y atractivo
A solo unas horas de la CDMX, Real del Monte, en el estado de Hidalgo, se presenta como una escapada imperdible para quienes buscan combinar naturaleza, historia y cultura en un solo destino.
Ubicado a quince minutos de Pachuca, este Pueblo Mágico no solo presume de ser el más alto del país, también es un sitio donde la herencia minera, las tradiciones mexicanas y la influencia inglesa se entrelazan en cada rincón.
Real del Monte fue escenario de momentos clave en la historia de México: aquí ocurrió la primera huelga de América y se jugó el primer partido de fútbol del país, gracias a los mineros británicos que llegaron en el siglo XIX y trajeron consigo esta pasión deportiva.
Mucho antes, este lugar era conocido por los otomíes como Magotsi, que significa “paso en la altura”. Con la llegada de los españoles, cambió su nombre a Real del Monte, siguiendo la tradición de llamar así a los centros mineros bajo el dominio de la corona. Los colonizadores también dejaron huella en la cocina local, introduciendo los pastes, una especie de empanada que hoy es ícono gastronómico del pueblo.
- Temas
- Turismo



Dejá tu comentario