Los dobles existen: la ciencia reveló por qué dos personas se parecen sin ser familia

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¿Alguna vez te cruzaste con alguien que parece un clon tuyo, pero no comparten ni un solo lazo familiar? Este fenómeno, conocido como "doppelgänger" o doble, ha intrigado a la humanidad durante siglos. La ciencia, que siempre busca respuestas, se ha adentrado en este misterio y ha arrojado luz sobre por qué dos personas pueden parecerse tanto sin tener relación genética directa.

Un estudio reciente publicado en la revista Cell Reports abordó esta curiosa cuestión. Los investigadores analizaron parejas de personas que, a simple vista, son casi idénticas. Utilizaron tecnología de reconocimiento facial para comparar sus características físicas y luego analizaron sus genomas. El hallazgo fue sorprendente: aunque estas personas no compartían un parentesco cercano, sí presentaban similitudes genéticas en regiones específicas del ADN.

Genes compartidos y estilo de vida

Según el estudio, las similitudes genéticas en estos dobles se encuentran principalmente en genes relacionados con rasgos faciales, como la forma de la nariz, el tamaño de los ojos o la estructura ósea. Estas coincidencias genéticas explican en gran parte por qué dos individuos pueden parecerse tanto.

Sin embargo, la genética no lo es todo. Los investigadores también concluyeron que el entorno y el estilo de vida juegan un papel importante. Por ejemplo, factores como la alimentación, la exposición al sol y los hábitos cotidianos pueden influir en la apariencia de una persona, acentuando o atenuando ciertos rasgos físicos.

Otra parte interesante del estudio fue la relación entre las personalidades y comportamientos de los dobles. Aunque no fue un hallazgo generalizado, algunos de ellos compartían gustos similares, lo que llevó a los científicos a considerar que las coincidencias en ciertos genes podrían incluso influir en aspectos más allá de lo físico.

Un fenómeno que trasciende culturas

El fenómeno de los dobles no es exclusivo de una región o cultura. De hecho, casos de personas que encuentran a sus "gemelos" han sido documentados en todo el mundo, gracias, en gran parte, a las redes sociales. Plataformas como Instagram o TikTok han facilitado que personas con parecidos extraordinarios se encuentren, incrementando el interés por entender este fenómeno desde una perspectiva científica.

El descubrimiento de estas similitudes ha llevado a algunos a cuestionarse cuántas personas en el mundo podrían tener un "doble" sin saberlo. Según los científicos, las probabilidades de encontrar a alguien con características faciales casi idénticas son más altas de lo que se pensaba, debido a la cantidad limitada de combinaciones genéticas posibles dentro de una población global creciente.

Más allá de la genética

Este hallazgo no solo resuelve una curiosidad, sino que también abre puertas en el campo de la medicina. Las similitudes genéticas en dobles podrían ayudar a identificar factores de riesgo para ciertas enfermedades, al comparar cómo estas personas desarrollan condiciones similares o diferentes a lo largo de su vida.

En resumen, la ciencia ha demostrado que el parecido entre dos personas que no son familia tiene una base genética, aunque también intervienen factores ambientales. Este fenómeno, que parecía un misterio, ahora es una prueba más de cómo el ADN y el entorno moldean nuestra apariencia y, en algunos casos, incluso aspectos de nuestra personalidad.