Cuando se habla de memoria, la mayoría piensa en una habilidad automática: recordar nombres, fechas o experiencias. Pero la memoria es mucho más compleja que eso. En realidad, es un proceso activo que cambia con el tiempo. Según explica la ciencia, Psychology Today, cada recuerdo que tenemos es una construcción que se moldea a medida que pasa el tiempo, influenciado por nuestras emociones, experiencias y contexto.
Memoria imbatible: el método militar que entrena tu mente como un marino
Te contamos cómo es la técnica secreta de la ciencia para estimular la memoria usando visualización, asociación y sentidos. Fácil, práctica y poderosa.
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Memoria imbatible: el misterioso método militar que entrena tu mente como un marine
Esta idea derriba por completo la noción de que recordar es como consultar un archivo intacto en el cerebro. En cambio, lo que hacemos es reconstruir. Algunos recuerdos se fortalecen y otros se desvanecen, dependiendo de cómo los activamos y con qué frecuencia los traemos de vuelta a la conciencia.
Cómo entrenar la memoria con un método de un exmarino
Ahora bien, ¿es posible entrenar la memoria para que sea más eficiente y resistente? La respuesta es sí. Y no solo desde la neurociencia, también desde el mundo militar. Uno de los métodos más interesantes proviene de Clint Emerson, un exmiembro de las fuerzas especiales de la Marina de los Estados Unidos. Con más de 20 años de experiencia en misiones de alto riesgo, Emerson compartió en su libro Escape The Wolf una técnica que utilizaba para potenciar su memoria en escenarios extremos.
La clave de su enfoque radica en pensar como un marine. Suena rudo, pero es más sencillo de lo que parece: se trata de entrenar la mente de manera activa, con estrategias simples, pero efectivas que cualquier persona puede aplicar. Según él, fortalecer la memoria no es un don, es una habilidad que se puede cultivar con práctica constante y una estructura adecuada.
En lugar de memorizar de forma pasiva, Emerson propone cuatro acciones concretas. Primero, crear asociaciones: vincular lo nuevo con lo ya conocido. Esto puede hacerse con juegos de palabras, acrósticos o incluso frases absurdas, pero fáciles de recordar. Luego, generar imágenes mentales claras, con detalles visuales y sensoriales. Mientras más vívida sea la imagen que creas, más fácil será recordar la información.
El tercer componente es la repetición activa. Leer, escribir o decir en voz alta la información ayuda a consolidarla en el cerebro. No es magia, es neuroplasticidad: mientras más usas una ruta cerebral, más fuerte se vuelve. Y por último, organizar el contenido en grupos o bloques relacionados. Esta técnica, conocida como chunking, facilita la memoria porque aprovecha la forma natural en la que el cerebro reconoce patrones.
Pero lo que hace realmente única esta técnica es el uso intensivo de los sentidos. Emerson insiste en que los sentidos deben involucrarse siempre que sea posible. ¿A qué huele ese lugar? ¿Cómo se siente ese objeto? ¿Qué sabor te recuerda esa comida? Detalles como estos activan distintas áreas del cerebro y permiten anclar recuerdos con mayor solidez.
Por ejemplo, al prestar atención al orden de los objetos en una habitación se activa la memoria visual. Al escribir los sabores de una comida —dulce, salado, ácido, especiado— se trabaja la memoria gustativa. Reconocer aromas o registrar cómo se siente una textura también suma puntos al proceso. Es un enfoque multisensorial que transforma la forma en la que retenemos información.
Clint Emerson no es solo un exmarine. Es también un autor enfocado en la seguridad y la preparación mental ante situaciones de crisis. Sus estrategias no se limitan al campo de batalla: pueden aplicarse en la vida cotidiana, en el estudio, el trabajo o incluso para mantener la mente ágil con el paso de los años.
En un mundo donde la sobrecarga de información es constante, tener una memoria bien entrenada puede marcar la diferencia. Y quizá, solo quizá, el mejor maestro para lograrlo no sea un científico en bata blanca… sino un marine.
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