11 de agosto 2023 - 08:49

ANEP presentó la etapa final de la reforma educativa, ¿de qué se trata?

El "Plan de Educación Media Superior 2023" se aplicará en el bachillerato, tanto en liceos como en UTU.

El gobierno pone en marcha la última etapa de la reforma educativa en Uruguay,

El gobierno pone en marcha la última etapa de la reforma educativa en Uruguay,

El gobierno se prepara para dar inicio a la última etapa de la reforma educativa en Uruguay, y para ello la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) presentó el “Plan de Educación Media Superior 2023”, un documento de más de 100 páginas que expone el proyecto para el bachillerato, tanto en liceos como en UTU.

Con la reforma educativa en marcha en el nivel primario y en la Educación Básica, y la reforma de la seguridad social aprobada y ya comenzando a implementarse, el gobierno avanza en cerrar otro de sus pilares de la agenda reformista antes de que comience el año electoral. En ese sentido, la ANEP presentó el proyecto que se basa en una educación por competencias “centrada en la conexión entre los aprendizajes y la vida real, teniendo en cuenta el desarrollo del estudiante como individuo en el mundo”.

¿Qué cambios introduce la reforma para el bachillerato?

La iniciativa de ANEP incluye algunos cambios de fondo y otros más de carácter administrativo. Por ejemplo, en el primer caso, se plantea una disminución de la cantidad de propuestas para educación media de UTU, pues se bajará de 24 opciones a 12, lo que implica “reagrupar” opciones; mientras que, en el segundo caso, en lugar de cuarto de liceo se comenzará a llamar primero de bachillerato —y así sucesivamente.

Otro cambio sustantivo tiene que ver con que los estudiantes podrán hacer el primer año en un subsistema y luego cambiarse a otro sin tener que cursar todo de vuelta. Es decir, alguien puede hacer primero de bachillerato en un liceo y luego hacer segundo en UTU, tras algunos cursos y pruebas “mínimas” de nivelación. El objetivo de esta propuesta es contener parte del problema de la deserción.

Asimismo, el plan de la reforma para el bachillerato prevé una separación de materias entre las comunes —que cursan todos—, las equivalentes —que se enmarcan dentro de las mismas competencias requeridas aunque sean diferentes— y las específicas — unidades curriculares de disciplinas y especialidades propias de cada modalidad.

De esta forma, en primer año, el espacio común incluye una carga horaria de 12 horas, que se dividen en partes iguales en Matemática, Comunicación (Lengua y Cultura literaria) e Inglés.

Luego, con las equivalentes, el estudiante pasará a elegir si cursar el “trayecto” de Ciencias y Tecnología —con Ciencias de la vida, Física y Robótica y Química—, de Ciencias Sociales y Humanidades —Filosofía e Historia— o el Creativo Artístico —Comunicación Visual y Diseño y Prácticas Corporales y Arte.

En cuanto a las materias específicas, la carga horaria es de dos horas y el estudiante puede elegir qué materias cursar: Salud y Recreación; Educación y Patrimonio; Territorio, Ambiente y Sociedad; Astronomía; Argumentación y Debate; o Emprendedurismo.

Esto incluye, además, la incorporación de materias nuevas o de cambios de nombre, por lo que supondrá también la capacitación para docentes, según pretenden la ANEP. Así, el organismo planea capacitar a los profesores de Física en Robótica; a los de Geografía en Territorio y Ambiente; y a los que tengan conocimientos en Administración de Empresas para que dicten Emprendedurismo.

Igualmente, desde el gobierno aseguran que no habrá cambios significativos en las cargas horarias de los docentes, a pesar de que se agreguen materias.

Por otra parte, todavía no está resuelto cómo será el pasaje de grado, algo que se espera tratar en las próximas semanas. Lo que sí establece el documento es que se apunta a que “se combinen diferentes instrumentos y formas de evaluación, como pueden ser avances de informes de los proyectos, carpetas que registren los procesos, presentaciones orales, exposiciones y defensas de los trabajos interdisciplinarios”. Aunque las pruebas escritas no están necesariamente descartadas.

Este último capítulo de la reforma comenzará a implementarse ya en el año próximo, pero solo en lo que hoy es cuarto de liceo, es decir, en el nuevo primero de bachillerato.

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