Argentina más cara, pero aún barata para los uruguayos

Los movimientos cambiarios en Argentina tienen fuerte incidencia en Uruguay, en especial en el turismo. De ida y de vuelta.

Télam

En los últimos días se asiste en Argentina a una caída importante en la cotización del dólar paralelo, al que recurren los uruguayos para hacer compras y turismo en el país vecino. Mientras, los precios siguen subiendo, si bien bajó significativamente la tasa de inflación. De manera que, medidos en dólares, los precios en Argentina se han encarecido un 80% si tomamos la referencia de hoy respecto a lo que era su nivel de un año atrás.

Argentina sigue barata para los uruguayos en varios precios y servicios, pero la diferencia se ha achicado respecto a lo que fue en 2023. La primera reflexión que surge es lo excepcional e inaudito que fue el escenario el año pasado, cuando los uruguayos viajaron por decenas de miles (tal vez como nunca en la historia) al país vecino. Según las estimaciones de la consultora CPA Ferrere, el gasto adicional de uruguayos en Argentina el año pasado por la brecha de precios alcanzó los U$S 600 millones. Son los dólares que faltaron en el comercio local.

Este año, con el nuevo gobierno de Javier Milei, los vecinos han ingresado en un proceso que -entre otras cosas- intenta corregir gigantescas distorsiones en precios relativos. El proceso está en pleno desarrollo y persiste la incertidumbre sobre si llega o no a buen puerto. Mientras, se ha dado el referido encarecimiento en dólares (gráfica) que alivia a Uruguay el escenario de desvío de consumo hacia Argentina que sufrió en 2023. Pero esto no quiere decir que ese “desvío” se haya frenado totalmente: las comparaciones de precios aún muestran más barata a Argentina en varios productos y servicios, aunque la brecha -en general- se ha achicado.

Los comerciantes del litoral vislumbran cierto cambio. No es que se haya pasado a un escenario auspicioso, sino menos crítico. Pero la preocupación sigue. Destacan una y otra vez que resulta clave mantener el descuento en el combustible en la zona litoral.

La marcha de la economía

Los precios relativos son claves para entender la economía, y el caso de los vínculos entre Uruguay y Argentina es un caso claro. Pero no hay que perder de vista las propias variables agregadas en juego, esto es, la capacidad de gasto de uno y otro mercado. En el caso de Argentina, la recesión es muy severa y persiste. En el primer semestre del año la actividad cayó 3% respecto al mismo período del año pasado. Es un proceso de deterioro económico que lleva años y obliga a pensar que, seguramente, las temporadas con ingresos masivos de turistas argentinos de clase media han quedado en el pasado. Por supuesto, seguirán presentes turistas de ingreso medio-alto y alto; es más: las primeras apreciaciones de operadores turísticos esteños apuntan a una temporada que superará la última. Algunos comentan que ya hay movimientos incluso por reservas y alquileres a febrero, que el año pasado tuvo una merma significativa respecto a enero.

Al mismo tiempo, la propensión al gasto de los uruguayos en el exterior se mantiene fuerte, a juzgar por los datos preliminares del movimiento en las vacaciones de primavera y hacia el verano. La venta de paquetes registra subas de entre 30 y 50%, según agencia y destino; Argentina se mantiene entre los principales destinos, pero no es el único. La conectividad aérea ha aumentado sensiblemente en el último año desde Carrasco, pasando de 135 a 170 frecuencias semanales.

Luego de la pandemia el turismo se ha recuperado a nivel global y sigue su crecimiento. Para Uruguay el desafío es profundo, pues de tener un público más “cautivo”, tanto a nivel como regional, ahora está más expuesto a la competencia. Después de un complicado 2023, el escenario es notoriamente más auspicioso, pero no hay que bajar la guardia en términos de competitividad y servicio. Los contrarios también juegan.