China continúa haciendo esfuerzos para reactivar su economía estancada y los analistas estiman probable que las autoridades intensifiquen las medidas con enfoque en impulsar la demanda, luego de que los datos oficiales mostraran que hubo una fuerte desaceleración en agosto.
China busca reactivar su economía aunque no proyecta grandes estímulos en su horizonte
Las autoridades del gigante asiático mantienen el objetivo de crecimiento en 5% del PBI, pero la deflación y el riesgo de deuda dificultan el camino.
-
China alcanza el mínimo en importaciones de lácteos desde 2018 y Uruguay sufre las consecuencias
-
La Unión Europea desplaza a China como compradora de carne uruguaya
El presidente chino Xi Jinping instó recientemente a las autoridades a esforzarse por cumplir los objetivos económicos anuales del país, cada vez más desafiantes en el contexto de presión deflacionaria, lo que indica que Beijing sigue comprometido a alcanzar su objetivo de crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) de alrededor del 5%.
Considerando el difícil panorama económico, en el que la dependencia de China del gasto en infraestructura para impulsar el crecimiento exacerba los riesgos de deuda y donde la inversión interna excesiva en medio de una demanda débil también ha alimentado presiones deflacionarias; es inevitable que las autoridades apuesten a más y mayores medidas de estímulo para impulsar una demanda deprimida.
Para Uruguay, la mejora en la demanda china sería una buena noticia en términos de volver a tener un mercado amplio y dinámico para los productos locales, tal y como ocurrió en el año récord de exportaciones en 2022. Sin embargo, en el corto plazo, los esfuerzos enfocados netamente en la economía al interior de la frontera probablemente continúen la tendencia de debilitamiento en las relaciones comerciales entre ambos países; no tanto en términos simbólicos y diplomáticos, sino en cuestión de volúmenes y montos.
Las alternativas de China
"Necesitamos fortalecer la política fiscal, que es más efectiva para abordar la deflación, mientras ajustamos aún más la política monetaria para mantenerla acomodable", dijo a Reuters un asesor político bajo condición de anonimato.
Lo cierto es que el reciente recorte de tasas por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) y el inicio de un ciclo de flexibilización en ese país le da más espacio al Banco Popular de China (PBOC) para reducir sus propias tasas de interés, así como el coeficiente de reservas obligatorias de los bancos. También podría haber un ajuste a la baja en las tasas de interés de las hipotecas existentes para ayudar a los propietarios de viviendas.
China también podría aumentar su gasto: los gobiernos locales han estado acelerando la emisión de bonos para ayudar a financiar la construcción de proyectos importantes, junto con una mayor emisión de deuda por parte del gobierno central para apoyar sectores estratégicos clave.
Si bien las autoridades pueden contar con una combinación de estímulo fiscal y flexibilización monetaria para estimular el crecimiento, una reunión clave del gobernante Partido Comunista en julio reafirmó un mayor enfoque en el lado de la oferta. Eso sugiere que es poco probable que se adopten medidas contundentes en el corto plazo para abordar la débil demanda de los consumidores y la profundización de los riesgos de deflación.
De todos modos, “cualquier estímulo contundente parece improbable", pese a que “se necesita urgente más estímulo”, según Xing Zhaopeng, estratega de alto rango de ANZ para China.
Para el especialista, y pese a la reafirmación política sobre la oferta, habrá medidas específicas y significativas en la demanda de los hogares y el consumo público.
En tanto, los analistas de Morgan Stanley predicen que China utilizará la expansión fiscal para aumentar el gasto en seguridad social, como atención sanitaria, educación y vivienda pública, lo que ayudaría a reducir los ahorros preventivos e impulsaría el consumo.
Dejá tu comentario