Pocas recetas mexicanas tienen tanta historia y simbolismo como los chiles en nogada. Este platillo, que cada septiembre se convierte en protagonista de las celebraciones patrias, es una combinación perfecta de sabores dulces, salados y picosos que se visten con los colores de la bandera nacional: verde, blanco y rojo.
Así se prepara el chile en nogada más tradicional y elegante para tu mesa
Una receta mexicana que rompe con todas las dietas: chiles en nogada, rellenos de sabor y con el toque patrio más especial del año.
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Preparar chiles en nogada en casa puede parecer complicado, pero con paciencia y siguiendo cada paso de la receta tradicional lograrás un resultado digno de restaurante. Lo mejor es que, aunque se trata de un platillo de temporada, puedes adaptarlo para disfrutarlo en cualquier momento del año.
Así se prepara el chile en nogada más tradicional
Ingredientes principales
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25 chiles poblanos listos para rellenar
1 kg de carne de cerdo molida
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Frutas frescas: manzana, pera, durazno y plátano macho
Frutos secos: almendras, pasas, piñones y acitrón
Especias: clavo, canela, pimienta negra y perejil fresco
Para el capeado: huevos, harina y aceite de maíz
Para la nogada: nuez de Castilla, almendras, queso fresco o de cabra y un poco de leche
Cómo preparar el chile en nogada más tradicional
Paso 1: el picadillo
El corazón del chile en nogada es su relleno. En un sartén, sofríe ajo y cebolla en aceite de maíz hasta que estén transparentes. Agrega la carne de cerdo, sazona con sal y un poco de agua, y deja cocinar hasta que quede suave.
En otra cacerola prepara una salsa de jitomate con almendras, pasas, aceitunas y perejil. Añade especias molidas como clavo, canela y pimienta negra. Integra esta mezcla con la carne y cocina unos minutos más.
Por separado, fríe las frutas en cubitos —manzana, pera y durazno— hasta que caramelicen ligeramente. Haz lo mismo con el plátano macho. Finalmente, mezcla las frutas con la carne junto al acitrón y los piñones. Este contraste entre lo salado de la carne y lo dulce de la fruta es lo que hace únicos a los chiles en nogada.
Paso 2: el capeado
Separa claras y yemas de huevo. Bate las claras hasta lograr picos suaves y luego incorpora las yemas con un poco de harina y sal. Pasa los chiles poblanos ya limpios y pelados por harina, retira el exceso y sumérgelos en la mezcla de huevo.
Fríe en aceite caliente hasta que queden dorados por ambos lados. Escúrrelos sobre papel absorbente para retirar el exceso de grasa.
Paso 3: la nogada
La salsa blanca es el sello distintivo de este platillo. Para lograrla, remoja almendras y lícualas junto con nueces de Castilla y queso fresco o de cabra. Añade un poco de leche fría hasta obtener una textura cremosa pero espesa. La nogada no debe quedar aguada, sino consistente para cubrir el chile sin que se escurra por completo.
Paso 4: el montaje
Coloca los chiles capeados en un plato amplio, báñalos con la nogada y espolvorea granos de granada fresca. El resultado es un platillo que luce tan bien como sabe: verde del chile, blanco de la nogada y rojo de la fruta, los tres colores de la bandera mexicana en tu mesa.
Más que una receta, los chiles en nogada representan tradición, identidad y orgullo. Aunque muchos los asocian con festividades patrias, su sabor los ha convertido en favoritos durante todo el año. Y sí, aunque son un reto para quienes siguen dietas, vale la pena romper la rutina y rendirse a este manjar que reúne lo mejor de la cocina mexicana.
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