29 de noviembre 2024 - 09:05

Charlas de quincho: Pacha Sánchez, vocero presidencial y Lula

La transición se mueve a toda velocidad con el presidente electo, Yamandú Orsi, dando las primeras señales de su administración.

Yamandú Orsi y Alejandro Sánchez durante el debate presidencial.

Yamandú Orsi y Alejandro Sánchez durante el debate presidencial.

Foto: APU/Rodrigo Viera Amaral

Después de los amigables discursos políticos luego del balotaje, comenzó la tarea de la transición y el presidente electo Yamandú Orsi va configurando el próximo equipo de gobierno. Una tarea ciertamente ardua y con múltiples desafíos, no todos fáciles de resolver. Orsi ha dicho que definirá su gabinete en base al compromiso político, el compromiso moral y la idoneidad de las personas, pero hay que sumar otros dos factores que -en el Frente Amplio- se dan como un hecho: la paridad de género y (obviamente) los equilibrios entre los sectores políticos. Todas estas condiciones -todas compartibles o entendibles-, imponen sin embargo una exigencia que, al momento de definir los nombres concretos, generan restricciones incómodas. "Tenemos gente idónea suficiente para todos los cargos, pero cumplir con el criterio de equidad de género complica; y si a eso le sumas el necesario equilibrio en la interna… no es sencillo”, comentan en la interna del MPP.

En cualquier caso, Orsi -que ya había designado a Gabriel Oddone como futuro ministro de Economía- avanzó en algunos puestos clave más: Alejandro Sánchez fue confirmado como futuro secretario de Presidencia, lo que era “una fija”: es el principal operador político que tiene el MPP y será una figura clave en la Presidencia. En filas blancas, en pleno duelo por la derrota, algunos dirigentes se preguntaban si Delgado tenía un “Pacha”… “Es lo que nos faltó”, comentó un veterano dirigente montevideano, que además preguntó por qué le dicen Pacha. “Viene de sus tiempos de militancia estudiantil, cuando -además de comprometido militante- se destacaba por su presencia sin falta en los bailes estudiantiles… líder en todos lados Alejandro”, le respondió una dirigente que lo conoce hace años. “¿Y por qué ‘Pacha’?”, volvió a preguntar el veterano. ¡“Por la pachanga amigo!”, respondió a las risas la nacionalista.

En Torre Ejecutiva también estará el Dr. Jorge Díaz, ex Fiscal de Corte, otra persona de peso político e influencia, que en los últimos años trabajó como abogado independiente. Será prosecretario de Presidencia, el mismo cargo que -durante el gobierno de Jorge Batlle- ejerció el Dr. Leonardo Costa, en cuyo estudio (Brum-Costa) trabajó Díaz. Figura de amplia trayectoria y con comprobadas credenciales de izquierda, que le cuidara las espaldas, institucionalmente hablando. Como le dijo José Mujica al presidente electo: “antes de firmar cualquier documento, que lo mire un abogado”.

Además, es un hecho que Martín Lees y Ernesto Tulboviitz -que estuvieron haciendo las tareas de prensa y comunicación durante la campaña presidencial del exintendente canario- estarán conduciendo el equipo de comunicación de Presidencia. Se tiene previsto establecer la figura de vocero presidencial, y uno de los nombres que suenan es el del propio Lees. Ambos ya estuvieron haciendo sus primeras armas con la conferencia de prensa que dio Orsi en la Torre Ejecutiva, luego de reunirse con el presidente Luis Lacalle Pou; Carlos Bacedas y Aparicio Ponce de León (encargados de comunicación durante el gobierno que termina) les dieron luz verde. Para asignar las preguntas a los periodistas presentes, Tulbovitz resolvió hacer un sorteo: cada uno puso un papelito con su nombre en una bolsa de plástico y luego se sacaron 10 elegidos. “En el Parlamento, Carolina Cosse anunció que quiere implementar Inteligencia Artificial… acá el Tulvo apuntó a algo más tradicional”, bromeó un legislador del MPP.

Presidente Electo Yamandú Orsi

Brasilia

En estas circunstancias, sorprendió la decisión de Orsi de emprender tan pronto el viaje a Brasil, para encontrarse con el presidente Lula; en especial considerando que Lacalle Pou ya había invitado a Orsi a acompañarlo en la Cumbre del Mercosur, que será la semana próxima en Montevideo, donde estará el brasileño.

A muy pocos días de la elección, Orsi ya muestra claramente cuál es su orientación de política exterior: asociarse a Brasil como referente del liderazgo regional, y a partir de allí definir el resto de las cuestiones vinculadas a relaciones exteriores. En el entorno de Orsi saben que Uruguay tiene -necesariamente- que mantener un equilibrio entre Brasil y Argentina, si es que quiere sostener cierta gravitación regional. Pero para el Frente Amplio es ciertamente tranquilizador que, en el vecino del Norte y principal socio comercial, haya un gobierno particularmente afín, que no solo ha tenido una buena relación con el gobierno saliente de Lacalle Pou, sino que tiene una relación de afinidad histórica con la izquierda uruguaya, en particular a través de la relación entre Lula y Mujica. “Cada Estado tiene sus intereses, más allá de los gobiernos, pero tenemos que aprovechar nuestras ventajas”, señala con sinceridad política una profesional conocedora de los asuntos diplomáticos, vinculada hace años al FA.

Esta visita a Brasil es de una importancia incluso mayor a la que ha trascendido: irá con el ministro de Economía designado, Gabriel Oddone, el propio Alejandro Sánchez y Álvaro Padrón, asesor de Orsi en relaciones internacionales, aunque no está pensándose en él como canciller. "Es una figura de históricas relaciones con el sindicalismo brasileño y puede ser de mucha ayuda en este plano”, señalan desde el entorno del presidente electo. Las reuniones no serán solamente con el presidente Lula: habrá encuentros con ministros del gobierno del país vecino y otras reuniones de alto nivel. Todo indica que será una relación clave para Uruguay.

El cambio de gobierno en Uruguay encuentra a Brasil con algunas tensiones internas que hay que considerar: en estos días el dólar se ha acercado a los 6 reales, por las incertidumbres fiscales que se están planteando. Por otra parte, la profundización en las investigaciones por el intento de golpe de Estado a Lula -que involucran a Jair Bolsonaro-, no solo genera tensión política, sino que, al involucrar al Ejército, puede generarle un daño al Brasil bastante poco oportuno, en especial en circunstancias globales de mucha incertidumbre, con el retorno de Donald Trump a la Casa Blanca. Si Brasil aspira a ser un jugador global de peso, debe resolver estas cuestiones adentro para luego hacerse fuerte afuera.

Seguramente por estas circunstancias, Lula ha hecho de la firma del demorado y esquivo acuerdo entre la UE y el Mercosur, un tema personal. Quiere que se firme la semana que viene en la cumbre, y presiona a los europeos para hacerlo. A la oposición de Francia se ha sumado la de Polonia, pero -según los norteños- los franceses no lograrán su cometido de impedir la firma; el reciente conflicto con la cadena Carrefour ha perjudicado la posición francesa, opinan en Brasil.

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