El departamento de Rocha es un clásico entre los destinos turísticos de Uruguay cuando llega el verano. Tradicionalmente, uruguayos y argentinos de clase media encuentran en las playas de La Paloma y de La Pedrera un ambiente relajado para desconectar de la rutina y, como afirman los lugareños, volver a conectar con uno mismo.
Cuatro lugares para conocer Rocha más allá de sus icónicas playas
El departamento ofrece una amplia variedad de paseos para quienes no solo disfrutan del mar.
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Pero los atractivos de Rocha se extienden mucho más allá de sus playas, elegidas por surfistas de toda Sudamérica, entre los que destaca el presidente Luis Lacalle Pou, por sus olas y sus servicios de primera categoría.
Ámbito recorrió durante tres días este departamento del Uruguay y propone cuatro alternativas para descubrir el otro rostro de Rocha.
El fuerte de San Miguel
Se trata de uno de los mayores atractivos históricos del Uruguay, junto con el fuerte Santa Teresa también ubicado en Rocha. El fuerte, construido en 1734, fue escenario de tomas y reconquistas entre españoles y portugueses, se erige en medio de los bañados cercanos a la laguna Merín.
Forma parte del Parque Nacional San Miguel y es único en su tipo puesto que se accede a través de un puente levadizo. Una vez dentro del complejo, donde están recreadas las distintas salas del mismo con objetos de la época colonial, los visitantes pueden recorrerlo con libertad u optar por descargar una audio-guía.
Lo más destacado: subir a los puestos de vigilancia del fuerte San Miguel, apreciar la vista de los bañados y las sierras de Rocha –a pocos metros de encuentra el camino de ascenso a la virgen del Cerro- y dejarse transportar al pasado, acompañado solo por el sonido del viento.
A pocos minutos en auto se encuentra, dentro de las 1.500 hectáreas del Parque Nacional San Miguel, el restaurante el Fortín de San Miguel, ubicado en una hostería colonial, donde deslumbra su salón principal con mobiliario y decoración de época.
Paseo de compras por Chuy
La avenida Brasil se extiende a lo largo del centro comercial en la frontera con el país homónimo, desplegando las particularidades de las zonas fronterizas: de una mano de la calle se está en Uruguay y, de la otra, se está en Brasil.
Chuy es conocido por sus free shops. Los comercios, que funcionan como tiendas generales, se suceden uno al lado del otro a lo largo de varias calles, en las que también hay locales improvisados sobre la vereda.
El dato: la mayoría de los free shop tienen un monto mínimo para el pago con tarjeta de crédito (usualmente unos 20 dólares) por lo que conviene tener a mano efectivo para compras menores.
Parque de aguas en Barra de Chuy
Más allá de los 180 km de playas oceánicas que posee Rocha, en Barra de Chuy se encuentra otra alternativa para disfrutar de los meses de verano: un parque acuático elegido por numerosas familias, donde destaca además de la diversión de sus piletas, toboganes y juegos en altura, el entorno silvestre y calmo.
El parque, que abre los fines de semana de diciembre a febrero, se encuentra dentro de un Complejo Turístico Chuy donde se ofrece alojamiento en cabañas o en hotel, dependiendo el tiempo de estadía.
Además de un frondoso y mágico bosque de elevados pinos, el visitante puede relajarse en sus jacuzzis o con un fresco trago de su bar a la orilla de las piletas.
La Laguna de Rocha
La Laguna de Rocha, catalogada como reserva mundial de la Unesco, es el escenario ideal para tener un almuerzo o merienda distinta, rodeado del sonido del viento y del canto de las cientos de aves que habitan allí.
Hay un parador donde se sirven platos basados en pescados y mariscos que elaboran las esposas de los habitantes del lugar, quienes se dedican a pescar en las aguas de la laguna.
La Laguna de Rocha tiene la particularidad de que se comunica con el océano Atlántico lo que permite que ingresen a su espejo de agua variedades muy codiciadas de crustáceos y de peces. Visualmente, confluyen distintas tonalidades en el agua que el visitante podrá admirar.
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