El agro pone reparos a un eventual ministerio a cargo de Diego Labat por su gestión del atraso cambiario

Desde la Federación Rural y Un Solo Uruguay cuestionaron el costo de la política monetaria antiinflacionaria, y sus efectos sobre el sector agroexportador.

Gremiales del agro criticaron la política económica de Diego Labat al frente del Banco Central del Uruguay.

El expresidente del Banco Central del Uruguay (BCU) Diego Labat dejó su cargo la semana pasada para dedicarse a la campaña electoral como virtual ministro de Economía del candidato nacionalista Álvaro Delgado; y si bien recibió muchos cumplidos y reconocimientos, también fue objetivo de las críticas de algunos sectores: la Federación Rural y Un Solo Uruguay apuntaron fuertemente al atraso cambiario.

La política económica dirigida por Labat desde la cúpula del BCU cosechó aciertos y fallas, según a quién se le pregunte. En ese sentido, para el vicepresidente de la Federación Rural Rafael Normey y el representante de Un Solo Uruguay Norberto Pereyra, hubo errores en término del equilibrio entre la política monetaria orientada a controlar la inflación y el efecto que esto tuvo en el tipo de cambio, lo que impactó a su vez en la competitividad de los sectores exportadores, entre ellos, el agropecuario.

De hecho, según Pereyra fue “muy nefasto”, tal y como expresó en diálogo con la diaria. Para el productor, la economía se pudo sanear pero, a cambio, el costo se transfirió sobre los intereses de la agroexportación. Desde una postura muy crítica a la gestión de Labat, el dirigente de Un Solo Uruguay aseguró que las políticas económicas actuales son una continuidad de las implementadas por las administraciones del Frente Amplio, y reclamó que las inversiones sociales vayan con “obligaciones”.

Por otra parte, sostuvo que si Labat “es ministro, será responsable” también de la cuestión financiera.

La deuda del atraso cambiario

Por su parte, el vicepresidente de la Federación Rural, Normey, tuvo un tono menos crítico y reconoció, por ejemplo, los logros en términos de la baja de la inflación que, por supuesto, beneficia a toda la economía uruguaya. Sin embargo, también apuntó a los “aspectos negativos” que la política monetaria generó.

Esto lo señaló, particularmente, en relación a que la diferencia cambiaria y el atraso en el tipo de cambio —una cuestión que desde la gremial rural han reclamado constantemente, pidiendo por un dólar más caro y, por lo tanto, más competitivo— afectan hasta en el “costo de vida”. Asimismo, explicó que los demás sectores exportadores trasladan los costos de la diferencia cambiaria hacia atrás, pero los productores ya están en la línea final y no pueden hacerlo.