En tiempos de inflación, ¿cómo invertir en oro?

Es una buena alternativa cuando los precios suben a nivel mundial y el dólar no parece una opción viable de ahorro.

¿Cómo invertir en oro en Uruguay?

Foto: Orobel

Invertir en oro es muy común en tiempos de incertidumbre económica mundial y, sobre todo, en tiempos en que la inflación tiene una tendencia creciente o, al menos, no baja a la velocidad a la que los gobiernos internacionales aspiran. La reciente disparada de su cotización así lo confirma y hace crecer el interés de los inversores y ahorristas en este activo. Pero, ¿cómo comprar oro en Uruguay?

Si bien el oro cerró la semana a la baja, con pérdidas, mayo inició como un gran mes para este activo, habitualmente entendido como un refugio de valor: su cotización se disparó hasta los 2.072,19 dólares por onza, a solo unos céntimos de su máximo histórico de 2.072,49 dólares. Al tipo de cambio oficial de hoy —según la pizarra del Banco Central del Uruguay (BCU)— esto equivale a 80.517 pesos cada onza.

Invertir en oro en Uruguay

Invertir en oro sin tener el activo físico es posible, sencillo y hasta se puede hacer en pesos. El metal precioso se considera un activo de refugio de valor, y son muchos los operadores bursátiles los que recomiendan tener una porción, al menos, de la cartera en instrumentos que sigan su precio debido a que su valor tiende a seguir las mismas líneas que la situación macroeconómica global. Por lo tanto, en épocas de alta inflación, su precio también sube.

En el país, para compra física de oro en pequeñas cantidades, existen algunas entidades financieras reguladas por el BCU que ofrecen monedas bullion de varios países y lingotes que van desde desde 1 gramo a 100 gramos. Las monedas que se ven con más frecuencia en el limitado circuito uruguayo son las libras británicas (Soberanos), los 100 Pesos chilenos, los 50 Pesos mexicanos, las Águilas de 10 y 20 dólares estadounidenses, el icónico Krugerrand sudafricano, el Panda chino, y el Maple Leaf canadiense.

Pero también existen otras opciones más acordes a los tiempos digitales, que permiten comprar oro sin tener que acceder, necesariamente, a su versión física. Por ejemplo, una alternativa cada vez más popular es la stablecoin o moneda estable llamada PAX Gold (PAXG), que durante mayo se volvió una de las cinco criptomonedas con mejor desempeño.

Este activo está respaldado por el oro físico, y su valor representa el precio de una onza —81 gramos— de una barra de oro. Por lo tanto, su precio varía en función de las fluctuaciones del material precioso. En definitiva, cada token emitido de PAXG tiene una reserva física de oro que está depositada en un banco.

Asimismo, también es posible invertir en Exchange Traded Funds (ETF) o fondos cotizados de inversión, que siguen los precios de diferentes materias primas, entre ellas, el oro. Entre las opciones disponibles está el VanEck Gold Miners (GDX), que nuclea a las mineras más grandes; y el VanEck Junior Gold Miners (GDXJ), que reúne a empresas de menor porte. También se puede invertir en el ETF GLD, que replica el oro físico. Aunque son todas opciones disponibles en el mercado internacional.