Uruguay votará dos plebiscitos el 27 de octubre, cuando también elija al próximo presidente de la República: el polémico por la seguridad social y otro de perfil más bajo que, en las últimas semanas, ha comenzando a ponerse en la mesa del debate: el de habilitación de los allanamientos nocturnos.
"La ciudadanía tomó conciencia de que los allanamientos nocturnos son una herramienta contra el delito", afirmó Carlos Camy
El senador impulsó el plebiscito en el Parlamento y encabeza la campaña para lograr su aprobación en octubre. "Es una normativa doblemente garantista", aseguró en diálogo con Ámbito.
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Al igual que ocurrió en 2019 con el plebiscito “Vivir sin miedo”, impulsado por el fallecido Jorge Larrañaga, los allanamientos nocturnos volverán a ponerse en consideración popular, esta vez de manera individual, y en un contexto en el que la inseguridad es la principal preocupación de los uruguayos. La medida, impulsada de forma parlamentaria por el senador del Partido Nacional (PN) Carlos Camy, propone reformar el artículo 11 de la Constitución de manera que se quite la prohibición absoluta al ingreso policial en los hogares durante la noche, incorporando la habilitación mediante orden judicial.
Ámbito conversó con Camy para conocer más sobre una iniciativa que ronda en el debate público desde hace una década, y que podría convertirse en realidad en octubre.
¿Cuál es la importancia que tiene la propuesta para habilitar los allanamientos nocturnos y la medida misma?
- Nosotros presentamos ante el Parlamento esta iniciativa de reformar la Constitución de la República e incorporar la habilitación de los allanamientos nocturnos, con orden del juez y las garantías correspondientes, entendiendo que es una herramienta más que se necesita para ser más eficaz en la lucha contra el delito, y particularmente el narcotráfico y el crimen organizado. Uruguay es uno de los cuatro países del mundo que tiene habilitado los allanamientos diurnos pero no los nocturnos, lo cual no tiene sentido en la actualidad. Es una norma vetusta, que el país la tiene incorporada desde 1830: distinguir el día de la noche hace casi 200 años parecía razonable, por ejemplo, en buena parte del territorio no había luz eléctrica o era impensado que una organización criminal pudiera poner en jaque al propio Estado. Hoy es un flagelo creciente y es necesario que el derecho acompañe la evolución de la sociedad.
Es innegable que el narcotráfico y el crimen organizado se valen de esa anticuada normativa para conseguir resultados durante la noche. Por eso nos pareció importante promover este cambio, que el Parlamento respaldó con el 55% de los votos y en octubre se someterá a consideración de la voluntad popular.
Una encuesta reciente de Opción indica que un 65% de la población se mostraría favorable a votar para habilitar los allanamientos nocturnos, ¿cómo evalúa estos sondeos a menos de tres meses para las elecciones?
- Son números auspiciosos que reiteran el mismo porcentaje de muestras de opinión que fueron comunicados hace tres meses, lo que parece sostener que hay una opinión favorable de la población dirigida a aprobar la reforma. Hay voces calificadas desde hace una década a esta parte que se han expresado a favor. Si a eso le sumamos que de los 203 países del mundo, solo cuatro (Uruguay, Guatemala, Mozambique y Cabo Verde) tienen esta prohibición absoluta, y por lo que siento cuando hablamos con la ciudadanía en las recorridas, se va a inclinar a favor de aprobar.
La propuesta de los allanamientos nocturnos ya se había plebiscitado en 2019 y no logro alcanzar la mayoría necesaria. ¿Por qué vuelve a impulsarse la medida? ¿Qué circunstancias cambiaron en estos cinco años para pensar que, en esta ocasión, gane el “sí”?
- En el plebiscito impulsado en el 2019 se consideraban cuatro medidas para combatir la inseguridad o promover una mejor seguridad. Una de ellas era la habilitación de los allanamientos nocturnos, pero había tres más. Incluso en ese entonces, en las menciones de la opinión pública, se marcaba una importante aprobación de la ciudadanía por votar los allanamientos, pero en menor porcentaje se inclinaban por las otras medidas, pero no se podía votar individualmente. Por eso ahora presentamos solo los allanamientos. Además, el crecimiento del narcotráfico, y el vínculo que tiene con la virulencia del delito y el cambio del código delictual, poco a poco se va plasmando más claramente. La ciudadanía está tomando conciencia de que es una herramienta más que tiene para combatir el delito.
¿Incluso teniendo en cuenta que las cifras de delitos atraviesan una tendencia bajista, según los datos del Ministerio del Interior?
- Sí, porque justamente el Uruguay requiere tener todas las herramientas disponibles para actuar con más eficiencia. Se requieren más escáneres que nos permitan tener el mayor y el mejor control posible de la carga de nuestro puertos; más radares nocturnos que nos permitan tener cobertura absoluta de nuestro espacio aéreo; más presencia del Estado en zonas vulnerables donde el narcotráfico hace caldo de cultivo para su acción. Y también los allanamientos nocturnos. No es una medida que por sí mismo va a significar las respuestas mágicas, sino es ir incorporando todas las herramientas e instrumentos posibles que permitan seguir mejorando el combate de la inseguridad.
Usted plantea una integralidad en las políticas de seguridad, sin embargo, desde el Frente Amplio critican justamente que los allanamientos nocturnos se trate como una medida individual. ¿Cómo se explica esta situación?
- Se explica con la realidad que se ha plasmado en este gobierno, porque ha habido una política integral, lo que falta son algunas cosas para mejorar esa política integral. Lo hecho, ¿alcanza? No, fue importante para mejorar la gestión pero para el próximo gobierno estamos promocionando nuevas bases. Entonces la acción tiene que darse en aspectos integrales como se está dando. Nadie ha dicho lo que dice el Frente Amplio, que por los allanamientos nocturnos, por sí mismos, se obtienen mejores resultados. No es posible justificar que sigamos prohibiéndole al país y amputando a la policía de tener una herramienta que funciona en el mundo y que es reclamada, y se le niegue con este argumento que nadie señala.
Otra crítica de la oposición es que los allanamientos nocturnos aumentan el porcentaje de errores en los procedimientos.
- Eso no es así, en el mundo no es así. Hemos consultado a los profesionales de la materia, a los fiscales especializados, y todos nos dicen que la policía está preparada y que hay elementos de la tecnología que se van desarrollando y permiten las mejores garantías para el accionar. Esta norma es doblemente garantista: primero porque lo que señala es que se requiere de una orden expresa y fundada de un juez competente, dictada por escrito y, a su vez, en función de la forma que va a establecer la ley que la reglamente. Estamos hablando de una norma que tiene todas las precauciones necesarias, y por algo en prácticamente todo el mundo se aplica.
¿Por qué cree que el Frente Amplio se posiciona en contra del plebiscito cuando incluso dirigentes se han expresado a favor de los allanamientos nocturnos en otras ocasiones?
- Eso es sorprendente, habría que preguntárselo, el por qué han cambiado de opinión. También es sorprendente porque las encuestas de opinión pública señalan que un porcentaje muy importante de quienes dicen votar al Frente Amplio se expresan a favor de los allanamientos. Es la contradicción de dirigentes que no corresponden al pensamiento de la ciudadanía sino a cuestiones políticas, de cálculo político.
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