La cosecha de aceite de oliva será récord pese a la sequía

Las previsiones para la próxima camada de 2023/24 estiman la producción de 3.000 toneladas de aceite de oliva.

Se espera una producción récord de aceite de oliva en Uruguay.

Incluso con la peor sequia del último siglo en el Uruguay, el sector olivícola logró superponerse para lograr una producción y cosecha récord – con 3.000 toneladas de aceite de oliva – de cara a la campaña de 2023/24, según indican las previsiones.

La cosecha de olivas finalizó este año inmerso en una de las peores sequias que atravesó el país en casi un siglo. Sin embargo, el sector logró ir en contra de las previsiones para el agro ya que se prevé una producción récord con 3.000 toneladas de aceite.

Con un rendimiento entre el 13 y el 19% en la cosecha, se lograron obtener más de 20 millones de kilos de aceitunas durante la última campaña. Esto se debe, según fuentes del sector han informado al medio especializado, Olive Oil Times, a las mejores técnicas que hacen que las producción sean cada vez más precisas y ajustadas año tras año.

Por otro lado, se espera una mejora climática, acompañada por un aumento de precipitaciones que superen la media, debido a la llegada del fenómeno meteorológico de El Niño. Lo que favorecería el crecimiento de una cosecha para el ejercicio siguiente.

No todo son buenas noticias

A pesar de que el sector olivícola haya obtenido una buena cosecha, la sequia generaría una pérdida, hasta el momento, de 2.000 millones de dólares, según las estimaciones del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), que lleva invertidos al menos 37 millones de dólares en políticas de apoyo a productores.

La sequía que afecta al país se considera un “evento continuo” que comenzó en el 2020 pero cuyos peores efectos se comenzaron a ver recién este año, agravados aún más por la crisis del agua que golpeó a la zona metropolitana. En ese sentido, según el informe de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (Opypa), en consonancia con el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), las pérdidas directas en la fase agropecuaria ascienden a los 1.809 millones de dólares, “siendo en términos históricos las mayores pérdidas registradas de las últimas tres décadas”, tal y como consignó la cartera dirigida por Azucena Arbeleche en la Rendición de Cuentas.

Sin embargo, y mientras la emergencia agropecuaria durará hasta, por lo menos, septiembre —mes en que se espera comenzar a ver una normalización en términos hídricos—, las pérdidas pueden escalar hasta los 2.000 millones de dólares.