18 de marzo 2024 - 08:23

La demanda de supergás cayó a niveles del 2015

Es el tercer año consecutivo de caída en la demanda, mientras que el precio acumula un aumento del 64% en los últimos tres años.

La demanda de supergás en Uruguay cayó a niveles del 2015.

La demanda de supergás en Uruguay cayó a niveles del 2015.

La demanda de gas licuado de petróleo (supergás) en Uruguay alcanzó su nivel más bajo en casi una década durante 2023, con una reducción del 7% entre enero y diciembre pasados. En paralelo, su precio experimentó un aumento del 21%, la variación más importante desde 2011.

La energía en Uruguay es cara, y eso no es una sorpresa para nadie en el país. De hecho, es uno de los principales factores que resultan en el encarecimiento generalizado del costo de vida para los uruguayos. Sin embargo, el 2023 tuvo un elemento llamativo y preocupante, si se considera que involucra a uno de los energéticos de relevancia para el sector residencial: el aumento del supergás, de la mano con una importante caída de demanda.

Según el último informe de Indicadores Energéticos de SEG Ingeniería, la demanda de supergás cayó un 7% durante el año pasado, marcando la caída más pronunciada en más de una década y desplazando el nivel de consumo a su punto más bajo desde 2015. Sin embargo, el precio tuvo un comportamiento inverso: no solo aumentó un 21%, la mayor variación anual desde 2011, sino que en los últimos tres años acumula un incremento del 64% en su valor.

Asimismo, la demanda también lleva una caída consecutiva de tres años, luego de experimentar un pico durante el 2020, el primer año de la pandemia de Covid-19. Un evento que solo tiene un antecedente previo entre 2001 y 2004, en medio de la crisis económica y los años de posterior recuperación.

Cada vez menos consumo, por un precio mayor

Si bien, al igual que con otros energéticos como la electricidad o al nafta, la demanda de supergás tiende a evolucionar en línea con el desempeño general de la economía, los últimos años parecen ser una excepción: en 2023, tras tres años consecutivos de reducción en la demanda, ésta se ubicó un 3% por debajo del observado en el 2000 —aunque sin llegar a los mínimos alcanzado en 2004, producto de la crisis económica.

Esto sucedió a pesar de que la economía tuvo un buen desempeño en general, y a la vez que el consumo de electricidad residencial aumentó en un 62% y el de la nafta, un 111%.

Un punto a tener en cuenta es que, si bien la demanda fue bajando, con el precio ocurrió lo contrario. Desde 2010, y salvo en 2016 y 2020, el valor del supergás ha tenido aumentos anuales. Este incremento se observa incluso en términos reales, considerando el ajuste por inflación, sobre todo luego del 2020.

“La tendencia reciente de aumento en los precios se atribuye a la implementación por parte del Gobierno Nacional de un aumento diferencial del precio del Supergás en comparación con otros combustibles. Mientras que, entre marzo de 2022 y marzo de 2024, las naftas y el gasoil se encarecieron un 2,6% y un 1,7%, respectivamente, el Supergás lo hizo en un 34%”, señaló SEG Ingeniería en su informe, a modo de explicación.

La diferenciación en los aumentos a los diferentes energéticos responde a la intención del gobierno de reducir la brecha entre el Precio de Paridad de Importación (PPI), es decir, el precio de referencia internacional que utiliza el Poder Ejecutivo para definir las tarifas de energías en el país; y el precio de venta al público. En 2021, el monto asumido por Ancap en concepto de esta brecha fue de 98 millones de dólares, mientras que en 2023 cayó hasta los 51 millones de dólares, de los cuales 34 millones correspondieron específicamente a la diferencia con el PPI.

Dejá tu comentario

Te puede interesar