La inclusión de Valeria Ripoll en la lista de cargos públicos genera tensiones en la interna del Partido Nacional

La promesa de Álvaro Delgado a su excompañera de fórmula de reservarle un puesto genera malestar en las filas blancas

La posible inclusión de Valeria Ripoll en la lista de cargos públicos genera malestar en la interna blanca.

La designación de los cargos públicos de la oposición sigue demorándose, ahora por desacuerdos internos en la Coalición Republicana y, particularmente, dentro de las filas del Partido Nacional (PN): con la derrota en el balotaje todavía fresca, uno de los principales focos de conflicto es el nombre de Valeria Ripoll en las listas.

Se acerca, sin prisa pero sin pausa, el cumplimiento del primer mes del gobierno del Frente Amplio (FA), y entre las muchas cosas que sucedieron, la designación y asunción del total de los directorios de las empresas públicas y organismos de contralor no fue una de ellas. A las idas y vueltas en la negociación por la cantidad de cargos que la gestión de Yamandú Orsi le ofreció a la oposición —finalmente cerrada en 40 puestos—; ahora se le suma la demora de las conversaciones internas para definir los nombres para esos cargos. Y no está siendo fácil.

Las trabas aparecen en el orden de selección de los puestos —definido bajo una lógica electoral de caudal de votos en octubre—; los nombres mismos entre una amplia plantilla de dirigentes que se quedaron sin cargos de ningún tipo —razón por la cual, incluso, los blancos consideran dejar vacantes algunas sillas hasta después de las departamentales, como un seguro para algunas de sus figuras de peso—; y las tensiones internas en los partidos debido a esos dirigentes que esperaban ser designados rápidamente pero que siguen esperando.

En las filas blancas, el conflicto es particularmente tenso por la aparición de un nombre en particular en la lista de cargos: el de la excandidata a vicepresidenta Valeria Ripoll. Según informó Telenoche, Álvaro Delgado le habría prometido a su compañera de fórmula incluirla entre la designaciones, lo que generó malestar en una interna ya agitada de cara a las elecciones para el Directorio del PN, y podría generar una fractura inesperada en el partido.

Ripoll, que se había alejado de la escena pública y política tras la derrota electoral, reapareció días atrás y se mostró dispuesta a aceptar un lugar en la representación opositora en las empresas públicas; aunque negó que sele hubiera hecho un propuesta en concreto.

Por ahora, las conversaciones están en pausa hasta el lunes, aunque algunos acuerdos ya están definidos: el sector de Javier García aseguró el primer lugar en la repartición de cargos y designará a Laura Raffo como presidenta de Antel. El segundo puesto corresponde al Partido Colorado (PC), y se destinó a OSE, donde el nombre que suena con más fuerza es José Amy.

El cuarto lugar, correspondiente al sector de Sergio Botana, está destinado a UTE, pero allí surgen nuevas complicaciones. Varios de los dirigentes en carrera para ocupar el cargo —entre ellos, José Yurramendi y Christian Morel— también son candidatos en las elecciones departamentales, lo que pone en duda su disponibilidad. Es posible que la designación se concrete recién en mayo, tras los comicios.

Mientras tanto, tanto blancos como colorados planean definir un representante que pueda participar en las negociaciones y en las próximas discusiones presupuestales. Las decisiones en juego no solo impactarán en la estructura de la coalición, sino también en la estabilidad política interna de cada partido.

Diferencias entre blancos y colorados

Los roces también son interpartidarios en la Coalición Republicana: el senador del PC y secretario general del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del partido, Andrés Ojeda, criticó duramente a sus socios del Partido Nacional por la estrategia elegida para las elecciones departamentales, que limitó la participación de los candidatos bajo el lema coalicionista a solo tres intendencias: "El PN dijo que no nos precisaba".

Sin embargo, a medida que avanza la campaña "no lo tienen tan claro y en algunos departamentos han plantado una coalición de hecho bajo el lema Partido Nacional", añadió, en diálogo con Informativo Uruguay. Ese modelo “no es válido para 2030, son todas o ninguna”, advirtió.

Ojeda también cuestionó la postura de los dirigentes blancos de mantener "en reserva" algunos de los cargos en empresas públicas y organismos de contralor que le corresponden al Partido Nacional según el acuerdo alcanzado tanto con el gobierno del Frente Amplio como con los demás partidos de la oposición; aunque aseguró que "es un problema" del PN.

En tanto, aseguró que el Partido Colorado "no dejará cargos en reserva" siguiendo una lógica especulativa de cara al resultado electoral del 11 de mayo que posibilite que candidatos departamentales puedan tener un cargo incluso tras perder en los comicios de su comuna.