La Unión Europea descartó cerrar el acuerdo con el Mercosur durante el G20

El bloque europeo echó por tierra los rumores que sugerían que las negociaciones podrían terminar en noviembre.

La UE volvió a sembrar dudas sobre la posibilidad de lograr un acuerdo con el Mercosur.

Foto: EFE

La Unión Europea (UE) descartó cerrar el acuerdo con el Mercosur durante la cumbre del G20 que tendrá lugar en noviembre en Río de Janeiro (Brasil), pese a las especulaciones que surgieron en las últimas horas luego de la reciente reunión entre ambas partes —la primera en cinco meses—, tras la que se había indicado que existió un "progreso significativo" de las negociaciones.

Este lunes, el portavoz comunitario de Comercio y Agricultura, Olof Gill, señaló a EFE que la Comisión Europea (CE) considera que aún no se siente "preparada" para abrochar el acuerdo en Brasil, ya que pese a la voluntad del bloque sudamericano, todavía quedan algunos aspectos técnicos que dirimir.

"La atención de la UE sigue centrada en resolver las cuestiones pendientes, garantizando que el acuerdo cumpla los objetivos de sostenibilidad de la UE y respete al mismo tiempo las sensibilidades de la UE en el sector agrícola", explicó el representante europeo.

Las declaraciones de Gill contrastan con el optimismo que mostró la delegación brasileña después de las reuniones que tuvieron lugar en Brasilia entre el 5 y 6 de setiembre, cuando aseguraron que hubo "buena sintonía" en temas claves las el "medio ambiente" y las "compras gubernamentales".

Varios países de la UE espera una resolución rápida del acuerdo con el Mercosur

En los últimos días, 11 países de la UE habían exigido una "rápida conclusión de las negociaciones para fines de 2024", en sintonía con lo que el presidente brasileño Lula Da Silva expresó en agosto, cuando remarcó que el Mercosur estaba listo para el tratado y que eran los europeos quienes debían "entender con Francia", el país que puso mayores reparos al convenio, por considerar "obsoletos" los términos del acuerdo en materia ambiental.

A su vez, los agricultores franceses continúan temiendo por las consecuencias de un eventual acuerdo y la competencia que este traerá consigo, luego de lo que fueron las masivas protestas de enero en varios puntos del país.