La sequía extrema en todo Uruguay también afecta a los tambos, que se enfrentan a elevados precios para alimentar a las vacas lecheras, mientras los precios de la leche siguen en caída, confirmando una tendencia que ya lleva un año.
Los tambos sufren la sequía y el precio de la leche volvió a caer
La falta de alimentos para las vacas lecheras hace que los productores deban endeudarse, mientras la leche en polvo sigue a la baja.
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Con raciones y fardos que no dejan de incrementar su valor y la necesidad de que las vacas se alimenten para producir la poca leche que pueden, junto con escasas lluvias en la cuenca lechera tradicional —Canelones, Florida y San José—, el escenario de los tamberos lleva a un único final: el endeudamiento.
Las pérdidas no corresponden solo a la leche que ya no se produjo o que se tuvo que desechar, sino también a los efectos que tendrá la sequía en el mediano y largo plazo: sin humedad en el suelo, no se puede plantar la avena que sería reserva rápida para el otoño, y la necesidad de salir a comprar alimento para las vacas es cada vez más mayor, con aumentos que llegan hasta el 10% por tonelada. Distinto es el caso del presupuesto para hacerlo.
Los altos niveles de endeudamiento a los que están llegando los tamberos llevaron a que soliciten que Conaprole emita herramientas de asistencia activa, asumiendo las pérdidas en lugar de solo otorgar líneas de financiación que, si bien son de cierta ayuda, terminan pagándolas los productores.
El precio de la leche en polvo, en caída
Si bien el mercado lácteo tuvo buenas exportaciones durante enero, con un crecimiento del 38% interanual, lo cierto es que el precio de la leche en polvo entera mantiene su tendencia a la baja desde hace un año. Con una caída del 1,5% el pasado martes, cerró el valor de la tonelada en 3.414 dólares, y marcó la tercera baja en lo que va del 2023.
Mirando con mayor detenimiento la cifra, la leche en polvo entera cayó un 2%, mientras que la descremada también cotizó un 2,4% menos.
Un año atrás, la leche en polvo entera había llegado al pico de los 4.457 dólares por tonelada, el valor más alto de los últimos cinco años. Sin embargo, y desde entonces, la caída fue general, con algunas recuperaciones en junio y septiembre.
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