El gobierno dio a conocer las proyecciones del gasto público del sistema previsional de Uruguay en caso de aprobarse la reforma de la seguridad social y aseguró que la tendencia a mediano y largo plazo es la estabilización del déficit fiscal en esta área, tal y como se planteó la administración de Luis Lacalle Pou al impulsar el proyecto que se trata en la comisión especial del Senado.
Reforma de la seguridad social: el gobierno proyecta estabilizar el gasto público en jubilaciones
Rodolfo Saldain explicó que el déficit permanecerá entre 1,7 y 1,8%. El ejecutivo no descarta estudiar modificaciones en el gradualismo de la implementación, como reclama el FA.
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Rodolfo Saldain presentó la proyección que sostiene que la reforma de la seguridad social logrará estabilizar el déficit fiscal del sistema previsional de Uruguay en 1,7% o 1,8%.
La presentación estuvo a cargo de Rodolfo Saldain, quien lideró el equipo del Poder Ejecutivo que redactó el proyecto de ley, y respondió tanto a un reclamo de la oposición como al compromiso del gobierno en mostrar los números correspondientes al impacto de la reforma en las finanzas públicas durante el trámite legislativo.
En ese sentido, Saldain mostró frente a los legisladores que integran la comisión especial que, de aprobarse la reforma de la seguridad social, el déficit del sistema previsional se estabilizará en 1,7% o 1,8%, en lugar de crecer hasta llegar cerca de los 5 puntos.
Según la presentación, el resultado proyectado para el Banco de Previsión Social (BPS) crecería desde el 0,7% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2025 a 1,7% dos décadas después, y llegaría a 2,9% en 2060 sin la reforma. En cambio, de aprobarse el proyecto del gobierno, en 2025 el déficit sería de 0,6%, subiría una décima para 2030 y descendería a 0,4% para 2040. De la misma forma, la previsión es que se mantenga por debajo del 1% del PIB hasta 2060, y se ubique en 1,3% en 2070, hasta donde llegó la proyección que indicó, para el mismo período, un déficit de 3,6% sin la reforma.
Asimismo, en lo que refiere a los egresos del BPS por el pago de jubilaciones, la proyección es que sin las modificaciones en el sistema previsional crezcan de 8,4% en 2025 a 10% en 2055. De aprobarse las nuevas reglas jubilatorias, las autoridades pronostican que el gasto se mantendrá estable en torno al 8% en las próximas décadas.
El paso siguiente es que las proyecciones sean revisadas por los técnicos de la oposición, sector en el que consideran que la extensión del plazo para la vigencia de los cambios jubilatorios —el anteproyecto sostenía el 2027 como inicio gradual del nuevo sistema, y ahora será en 2033— hace crecer el margen de error de las previsiones. Saldain, por su parte, destacó que los números fueron calculados por el equipo actuarial del BPS que asesoró a la comisión de expertos en seguridad social que funcionó previo a la redacción del proyecto de ley.
Los primeros jubilados, los primeros afectados
El Frente Amplio (FA) señaló también que al cambiar el período de entrada en vigencia de los cambios y su gradualidad, queda un salto pronunciado en las condiciones de jubilación entre quienes podrán retirarse a los 60 años hasta 2033 con las reglas actuales, y quienes lo harán bajo el nuevo sistema en 2036 con 63 años, cuya pasividad se calculará en un 65% por el nuevo régimen y en un 35% por el actual —condiciones peores de las que tendrán quienes se jubilen a partir de 2040, que se verán beneficiados por la división de aportes entre el BPS y la AFAP.
Esto había sido advertido en octubre por el PIT-CNT en un documento de análisis que señalaba la falta del gradualismo necesario entre personas nacidas con días o meses de diferencia, lo que podría llegar a generar problemas similares a lo ocurrido con los “cincuentones”, la generación afectada por la reforma jubilatoria de 1996.
Frente a esto, Saldain reconoció la preocupación del gobierno y mostró disposición a estudiar cambios en el proyecto de ley para evitar prejuicios a este grupo de trabajadores. En ese sentido, expresó que el Poder Ejecutivo está abierto a las propuestas que tengan en el FA para avanzar en común en busca de revertir los potenciales efectos negativos de la reforma en esa primera generación.
Objetivos claros
Por su parte, el Ministro de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), Pablo Mires, insistió en que el objetivo del gobierno con la reforma del sistema previsional es lograr la sostenibilidad financiera, mas nadie espera que la misma termine logrando un superávit fiscal. Por esto, y en respuesta a los reclamos del FA y del PIT-CNT de estudiar nuevas formas de financiamiento para el sector, señaló que no es cuestión de encontrar más recursos para el pago de las jubilaciones en tanto el gobierno ya destina dinero para ese fin.
Asimismo, el funcionario desmintió el informe del equipo de representación de los trabajadores en el BPS que señalaba una rebaja entre el 10% y el 38% en las jubilaciones con la puesta en vigencia —en caso de aprobarse— de la nueva reforma. “No sabemos de dónde salen esos números, pero son absolutamente falsos”, sostuvo, y reiteró que si bien se moverá la edad de retiro, no van a bajar las percepciones de los jubilados.
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