Daniel Chasquetti y Eduardo Bottinelli participaron este jueves al filo de la veda electoral en un desayuno organizado por la Cámara Española de Comercio; y ambos dejaron claro que, en su visión, no habría un resultado claro que permita elegir presidente de la República el próximo domingo en la primera vuelta de las elecciones 2024, como tampoco los plebiscitos planteados obtendrían los votos necesarios para ser aprobados.
Sin ganador en primera vuelta, plebiscitos sin aprobar y mayoría parlamentaria incierta, la "penca" de los politólogos para las elecciones 2024
Daniel Chasquetti y Eduardo Bottinelli conversaron sobre los escenarios que se prevén para el domingo, tanto a nivel de candidaturas como de las consultas populares.
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“No encontramos ninguna evidencia que nos pueda llevar a pensar que el Partido Nacional y que Álvaro Delgado no estén en segunda vuelta. La segunda vuelta va a ser entre Yamandú Orsi y Delgado. Esto no quiere decir que el Partido Colorado haya fracasado, al revés, ha hecho una de las mejores campañas en los últimos 20 años. Cuando se hizo la interna, todos los analistas pensábamos que el Partido Colorado iba a ser la peor elección de su historia, tenía ocho precandidatos, y digamos que en muy poquito tiempo ordenó su interna, aparece Andrés Ojeda, que es un candidato muy valioso. Algunos lo critican porque ha hecho una campaña personalizada y desprogramatizada, pero creo que es un cuadro muy valioso para el sistema político que tiene solo 40 años, que pese a que no va a pasar a segunda vuelta, creo que va a mejorar, va a ayudar a contribuir a mejorar la política“, expresó Chasquetti, en la previa de la habitual "penca" que realiza junto a los principales politólogos del país, en las cual cada uno hace sus proyecciones sobre los resultados electorales.
Respecto de cual podría ser el escenario a nivel de votación parlamentaria, y en cuanto a si algunos de los bloques estaría en condiciones de obtener la mayoría, el analista expresó que, a pesar de que se maneja en la previa que esa posibilidad la tendría el Frente Amplio, “podría ser un escenario al revés, que el Frente Amplio vote en el 42-43 y la coalición se quede con la mayoría parlamentaria; y estaría también un escenario intermedio, que tiene múltiples posibilidades, por ejemplo, que el Frente Amplio se quede con el Senado y que la Cámara de Diputados no haya ninguna mayoría o que la mayoría la tuviera la coalición”, colocó como hipótesis.
El escenario para los plebiscitos
Para Chasquetti, en cambio, ninguno de los dos plebiscitos obtendría los votos suficientes para ser aprobados.
“El diseño establece que va a ser muy difíciles de hacerlos triunfar en las urnas. Primero porque son simultáneos con la elección y, siendo así, los plebiscitos tienen grandes dificultades para abrirse paso a la agenda. El segundo problema que tienen es la forma de voto. No hay papeleta por el 'No'. Eso es relevante. O sea, al no haber papeleta por el 'No', los que se oponen al plebiscito tienen ventaja. Porque no son solamente los que se oponen conscientemente y que si hubiera papeleta por el 'No', la pondrían, sino todos aquellos que están desinformados”, explicó.
“Yo me animo a decir que ninguno de los dos va a salir. El de la seguridad social cayó rápidamente y no se recuperó, está siempre por debajo del 50% y el de allanamientos nocturnos, que inicialmente hay una inclinación mayoritaria a aprobarlo, su apoyo viene cayendo sistemáticamente”, agregó el politólogo.
Para el director de la consultora Factum, Eduardo Bottinelli, el tono y ritmo de la campaña incidió en el entusiasmo de la gente. “Le quedó larga a las candidaturas, le quedó corta a la entusiasmo de la gente. La gente se entusiasmó cuando le quedó larga a los candidatos. Si nosotros miramos lo que ha sido la tradición histórica en Uruguay, la actividad desde el punto de vista político, de banderas, de presencia militante, incluso el reparto de las listas, siempre fue mucho mayor, más dinámico, antes. Y ahora en esta se activó en los últimos 10 días previos a la elección, que no coincide justamente con la agenda de las candidatura”, dijo.
“La mayoría de la población no considera que el resultado de la elección le vaya a cambiar su vida en los próximos cinco años. La idea es que, gane quien gane, con más o menor énfasis, con más o menos ajustes, va a ser más o menos parecido”, resumió el sociólogo.
Las preocupaciones de la gente y la “conexión” con los políticos
“Previo a la campaña electoral, la idea que, por lo menos yo, tenía es que lo que iba a tener una centralidad muy relevante tenía que ver con la principal preocupación de la población, que es la seguridad pública. Pero claro, es un tema muy incómodo para todos, porque el Frente Amplio, a diferencia de lo de 2004, ya fue gobierno. Los temas de seguridad pública no comenzaron con el Frente Amplio, pero sí se le marcó como uno de sus grandes problemas. Y el gobierno actual ha tenido una estrategia que no le viene funcionando. La idea de que estamos mejor o que se ha estabilizado, la percepción de la ciudadanía es que no se está mejor. No hay diálogo entre lo que el oficialismo está marcando y lo que la gente está recibiendo”, analizó Bottinelli al referirse sobre entusiasmos y percepciones del electorado.
Yendo concretamente a las cifras de las últimas encuestas, el director de Factum instaló el siguiente escenario: “El Partido Nacional aparece peor y lo que pierde aparece recuperado por el Partido Colorado. La mayor pérdida que está teniendo la suma de los partidos de la coalición es la pérdida del Cabildo Abierto. Hay una ganancia del Frente Amplio de cerca de 6 puntos y una caída de la suma de los partidos de la coalición de 9 puntos. Entonces esto nos presenta un panorama donde el Frente Amplio aparece mejor posicionado de lo que estaba hace cinco años y la coalición más débil”, consideró.
Sobre el rol de los partidos chicos, Bottinelli consideró que “hay algún sector del electorado que está buscando cosas nuevas, y que esas cosas nuevas no han tenido el peso que pudieran tener, porque los resultados que se han dado no les han dado el espacio. El rol de los otros partidos creo que está siendo, por un lado, canalizar una parte de la opinión pública que está desencantada con la oferta electoral tradicional”, agregó.
La "curiosidad“ uruguaya
Al momento de las preguntas del auditorio integrado fundamentalmente por empresarios vinculados al comercio con la Unión Europea (UE) y España, concretamente, Chasquetti hizo referencia en sus respuestas a las inéditas características de la población uruguaya en su vínculos con los partidos políticos, sin eludir referencias al debate instalado en los últimos días sobre las campañas de desinformación y la utilización de bots.
“En Uruguay pasa algo curioso, la gente tiene muy claro quiénes son los partidos, tiene menos claro quiénes son los líderes. Pueden conocer muy bien a Lacalle Pou, a Mujica y a un puñado, pero luego se empieza a perder. Es como que lo relevante es la etiqueta del partido y el nombre del líder. Esto es más dramático todavía cuando entramos en el público al que no le interesa la política, le están interesando otras cosas y que no sigue la agenda cotidiana, que no es un público menor, yo creo que es un tercio de la población más o menos que no le interesa la política. Ese es el lugar más duro que tienen los partidos para llegar y como el voto es obligatorio, hay toda una cuestión ahí para poder acceder. En esta campaña están todos jugados a la estrategia de redes, las redes permiten buscar a ese público y bueno, hay que ver cómo llegan”, señaló Chasquetti.
“Estamos en un proceso de transición. Uruguay siempre es como el que va último en la fila, pero ya entramos en eso. Las campañas se han apostado a las redes, que son muy eficientes y permiten buscar públicos. Pero me parece que esas cosas buenas que ayudan, vienen con estas cosas malas. El tema es que le hacen daño a la democracia, eso es hacer trampa. ¿Y saben lo que me molesta un poco? Es que volvimos a cometer el mismo error. En el 2019 los candidatos firmaron un compromiso de no usar noticias falsas y luego lo reafirmaron”, concluyó el politólogo de la Universidad de la República.
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