El Servicio de Administración Tributaria (SAT) ha intensificado en septiembre 2025 su vigilancia sobre los contribuyentes que utilizan múltiples tarjetas bancarias, ya sean de débito, crédito o departamentales. Aunque tener varios plásticos no es ilegal, el foco de atención está puesto en los movimientos financieros que no concuerdan con los ingresos reportados ante la autoridad fiscal.
SAT vigila a las personas que utilizan varias tarjetas en septiembre 2025: cómo evitar una multa
El SAT refuerza la vigilancia sobre quienes usan múltiples tarjetas; los movimientos inconsistentes pueden derivar en revisiones fiscales.
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SAT pone la mira en personas con varias tarjetas.
Esta medida forma parte de una estrategia más amplia para detectar posibles evasiones o errores en las declaraciones de impuestos. El SAT cruza los datos proporcionados por las instituciones financieras con las declaraciones fiscales de cada persona. Si detecta un nivel de gasto que supera lo que se declara como ingreso, puede iniciar una revisión bajo el concepto de discrepancia fiscal.
El objetivo principal no es sancionar por tener muchas tarjetas, sino por el uso que se les da. Comprar constantemente con distintos plásticos, sin que esos gastos estén respaldados por ingresos formales, puede encender las alarmas del sistema de vigilancia del SAT y derivar en auditorías, sanciones o cobros de impuestos omitidos.
SAT: qué es la discrepancia fiscal
La discrepancia fiscal ocurre cuando un contribuyente realiza gastos mayores a los ingresos que reporta ante Hacienda en un periodo determinado. El SAT puede asumir que existe un ingreso no declarado y, por ende, un posible acto de evasión fiscal.
El Artículo 91 de la Ley del Impuesto sobre la Renta (ISR) faculta al SAT para requerir explicaciones a los contribuyentes cuando detecta estas inconsistencias. Si la persona no logra justificar el origen de los recursos, el monto no aclarado se considera ingreso acumulable y, por tanto, sujeto al pago de impuestos, además de multas y recargos.
El sistema del SAT se apoya en algoritmos que cruzan la información de bancos, tarjetas, compras, depósitos y transferencias con las declaraciones anuales y mensuales. Si una persona tiene gastos con tarjetas bancarias que superan sus ingresos registrados, se genera una alerta automática.
SAT: las tarjetas departamentales en la mira en 2025
No solo las tarjetas de bancos tradicionales están bajo supervisión. El SAT también ha puesto especial atención en tarjetas departamentales, como las que ofrecen tiendas como Liverpool, Coppel, Suburbia o Sears. Aunque estos plásticos no están directamente ligados a cuentas de débito, todas las compras quedan registradas a nombre del titular.
Por tanto, si se detectan consumos frecuentes o elevados con estas tarjetas, y no hay ingresos formales que los respalden, el SAT puede iniciar una auditoría. Algunos de los casos que levantan sospechas incluyen:
- Gastos altos sin ingresos formales visibles
- Préstamo de tarjetas a familiares o amigos, ya que los consumos siguen siendo atribuidos al titular
- Diferencias notorias entre el estilo de vida y lo declarado en la declaración anual
Además, los depósitos en efectivo son otro foco de vigilancia. Las instituciones financieras están obligadas a reportar al SAT si una persona recibe más de 15,000 pesos mensuales en efectivo, incluso si provienen de diversas fuentes. Aunque estos depósitos no implican un cobro automático de impuestos, sí pueden derivar en una revisión si no se justifica su origen.
SAT: consejos para evitar problemas fiscales con tus tarjetas
Ante el aumento de revisiones y el fortalecimiento de las herramientas tecnológicas del SAT, es clave que los contribuyentes tomen precauciones para evitar sanciones. Estas son algunas recomendaciones esenciales:
- Llevar un control detallado de todos los ingresos y gastos, incluyendo compras con tarjetas bancarias y departamentales.
- No compartir tarjetas con terceros. Aunque la intención sea buena, el SAT no distingue si el consumo fue personal o ajeno.
- Declarar todos los ingresos, incluidos los provenientes de actividades informales, préstamos o donativos. Estos deben estar respaldados por documentación.
- Evitar realizar depósitos en efectivo sin comprobar su origen. Optar por transferencias electrónicas (SPEI) permite mayor trazabilidad y transparencia.
El SAT continúa fortaleciendo sus capacidades de fiscalización mediante convenios con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y otras entidades. Esto permite un mayor cruce de información entre bancos, comercios y Hacienda, lo que hace más fácil detectar inconsistencias.
Tener varias tarjetas no es el problema: el verdadero riesgo está en gastar más de lo que se reporta. Llevar una contabilidad personal ordenada es la mejor forma de evitar dolores de cabeza con el SAT.
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