En México, el jamón es uno de los productos más comunes en la mesa de millones de familias. Ya sea en tortas, desayunos o lonches escolares, este embutido es parte esencial de la canasta básica. Sin embargo, no todo lo que se vende como jamón lo es realmente. Un reciente estudio realizado por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) sacó a la luz que varias marcas mexicanas engañan al consumidor, ya sea con ingredientes no declarados, peso inexacto o etiquetado irregular.
El jamón que no es jamón, tiene pollo oculto y Profeco no la recomienda
Profeco revela qué marcas de jamón engañan al consumidor: algunas contienen pollo no declarado o carne que no es la prometida.
-
La lista negra de las papitas: estas son las marcas de sabritas más dañinas a la salud, según la Profeco
-
Estos son los mejores bloqueadores solares para el verano 2025, según la Profeco

El análisis, encabezado por el titular de Profeco, Ricardo Sheffield, evaluó 44 marcas de jamón clasificadas en distintas categorías como económico, comercial, preferente, fino y extrafino. El resultado fue alarmante: al menos 10 marcas presentaron irregularidades graves que incumplen las Normas Oficiales Mexicanas (NOM) o incluso incluyen ingredientes que ni siquiera figuran en la etiqueta. Algunas de estas marcas no deberían ni siquiera llevar la denominación de “jamón”.
Profeco: esta es la peor marca de jamón del mercado
Entre todas las marcas evaluadas, la peor calificada fue Sparta Cocido. Este producto asegura estar hecho con carne de cerdo y pavo, sin embargo, la Profeco encontró que también contiene carne de pollo, un ingrediente que no aparece en su listado de componentes.
Esto no es solo un error de etiquetado: se trata de una violación directa a la norma, ya que para que un producto sea considerado “jamón”, debe cumplir ciertos requisitos en cuanto a contenido cárnico y declaración de ingredientes. La Profeco fue clara: “De acuerdo con su formulación, Sparta Cocido no debería usar la denominación jamón, ya que contiene pollo que no declara en sus ingredientes.”
El engaño no es menor. Para el consumidor promedio, la etiqueta es la única herramienta para saber qué está comprando, y confiar en ella es esencial. Al no declarar todos sus componentes, esta marca pone en riesgo la salud de personas alérgicas, además de afectar directamente su derecho a una información clara y veraz.
Otra marca que también fue duramente señalada en este estudio es Duby, que se presenta como “jamón cocido de pavo”. Sin embargo, la institución reveló que la totalidad de la carne utilizada en su elaboración no corresponde a muslo de pavo, lo cual incumple con lo que promete en el empaque. Para que un jamón de pavo sea considerado como tal, debe contener 100% carne de muslo, y Duby simplemente no lo cumple.
Además de Sparta y Duby, otras marcas que también salieron mal evaluadas en el análisis de Profeco fueron:
-
Bafar
Galy
Lala Plenia
Parma
Parma Campestre
-
Cuadritos
Parma Sabori
San Rafael
Todas estas marcas son de origen mexicano y presentan distintos tipos de irregularidades, desde contenido menor al declarado, hasta omisión de ingredientes clave o el uso de nombres que no corresponden con la verdadera composición del producto.
Este tipo de estudios son fundamentales para que los consumidores puedan tomar decisiones informadas y seguras al momento de hacer sus compras. Además, funcionan como un llamado de atención a las marcas para que respeten las normas y brinden productos transparentes. La recomendación de Profeco es clara: leer etiquetas con atención y desconfiar de productos con precios demasiado bajos para ser verdaderos.
- Temas
- Profeco
Dejá tu comentario