Un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) revela un cambio preocupante en los hábitos alimenticios de los mexicanos: el abandono de las dietas tradicional basadas en maíz y frijoles, rica en proteínas vegetales, en favor de una más "globalizada" con alto contenido de carne y trigo.
Cuál es la dieta que está impactando en la salud de los mexicanos
Los investigadores hicieron un llamado a las autoridades y a la sociedad en general para volver a dietas anteriores.
Esta modificación, según los investigadores, ha tenido un impacto negativo tanto en la salud de la población como en diversos ecosistemas del país. El estudio, titulado "Determinantes socioeconómicos, demográficos y geográficos del consumo de alimentos en México" y publicado en la revista especializada Plos One, fue realizado por un equipo de expertos de la UNAM.
Los hallazgos del estudio sobre la dieta de los mexicanos
- La dieta tradicional mexicana, antes predominante, ahora solo es seguida por un 6% de la población.
- El 94% restante ha reemplazado el maíz y el frijol por trigo y carne.
- Este cambio está asociado a un aumento en la prevalencia de enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardíacas.
- Además, la nueva dieta tiene un impacto ambiental negativo, ya que la producción de carne y trigo requiere más recursos y genera más emisiones de gases de efecto invernadero.
Los cuatro patrones de alimentación en las dietas
El estudio realizado por investigadores de la UNAM, a partir de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2018-2019, ha identificado cuatro grupos principales de alimentación en México.
La Dra. Ana Ortega-Ávila, profesora de la Facultad de Medicina, explica que la investigación buscaba comprender los patrones de consumo de alimentos en el país y su impacto en la salud. "Agrupamos a la población según sus hábitos alimenticios para evaluar su calidad", señaló.
Los hallazgos revelan:
- Patrón "Básico" (6%): Se asemeja a la dieta tradicional, con mayor presencia en el sur rural y se asocia a un nivel socioeconómico más bajo.
- Patrón "Prudente" (26%): Incorpora una variedad balanceada de alimentos, incluyendo más frutas y verduras.
- Patrón "Alto en Carnes" (60%): Predominante en el norte del país y entre personas con mayor ingreso, se caracteriza por un alto consumo de carnes y cereales.
- Patrón "Bajo en Frutas" (8%): Consume pocas frutas y verduras, pero sí carne, grasas y azúcares.
Para la Dra. Louise Guibrunet, del Instituto de Geografía, la elección de la dieta no es solo una decisión personal. "Factores como la edad, el sexo, la región de residencia, el nivel socioeconómico y el acceso a alimentos influyen en nuestros patrones alimenticios", afirma.
El estudio destaca que el grupo "Alto en Carnes", aunque numeroso, presenta riesgos para la salud y la sustentabilidad. "Es preocupante que este patrón sea tan prevalente, ya que se asocia a un mayor riesgo de enfermedades crónicas y a un impacto ambiental negativo por la producción de carne", cerró.
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