El caso Astesiano se sigue complejizándose e involucrando a policías y funcionarios del Estado a través de los chats que investiga la Fiscalía a cargo de Gabriela Fossati, en lo cuales es evidente la lógica de intercambio de favores que el ex jefe de seguridad del presidente Luis Lacalle Pou mantenía amparándose en su papel dentro de Presidencia; los cuales incluyen hasta tráfico de influencias en Uruguay.
Caso Astesiano: los chats del ex custodio que complican a policías y funcionarios
El intercambio de favores fue una práctica habitual del ex jefe de seguridad de Lacalle Pou, y varios nombres conocidos de la Policía y del Estado están involucrados.
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La práctica de pedir y cobrar favores de Alejandro Astesiano, el ex custodio presidencial, no era algo extraordinario, según se puede ver en los diferentes chats que fueron divulgados en los últimos días. Traslados de policías, manipulación de investigaciones e, incluso, la protección a su hijo de la Justicia son solo algunas de las maniobras que se desprenden de las conversaciones obtenidas de su celular.
Entre los descubrimientos más impactantes destaca la conciencia que Astesiano de estar cometiendo el delito de tráfico de influencias. Esto puede observarse en un intercambio doble que mantiene, por un lado, con un contacto agendado como “Subjefe Interpol”, con quien hablaba sobre el robo de unas motos y una investigación policial sobre una banda delictiva. Por el otro, una persona a la que le reenvía la información obtenida sobre el caso, junto con un informe de inteligencia, y le pide confidencialidad estricta porque “esto es tráfico influencia, me matan”.
Los traslados manejados por Astesiano
Asimismo, el ex custodio de Lacalle Pou jugó un rol importante en varios traslados de policías, uno de los cuales fue a cambio de proteger a uno de sus hijos que iba a ser investigado por la posesión de una moto robada.
El policía en cuestión, un oficial llamado Sebastián, le adelantó información a Astesiano sobre la situación de su hijo en la causa y le dio tiempo para juntar la documentación necesaria bajo la condición de que utilizara sus contactos para lograr el traslado de Montevideo a Rivera. Algo que efectivamente sucedió.
No es casual que en este intercambio también estuviera involucrado el entonces subdirector de la Policía, Héctor Ferreira, con quien el ex jefe de seguridad presidencial —con el presunto “ok” de Lacalle Pou— hizo el seguimiento del pedido para trasladar al oficial a Rivera. El subdirector ejecutivo de la Policía, Jorge Berriel, —otro de los indagados por la fiscal Fossati— también es mencionado en las conversaciones por esa gestión.
Lo cierto es que como este caso hay varios: un policía trasladado a la zona 4, un funcionario policial que consiguió el pase de Lavalleja a Cerro Largo —tema que también Astesiano habló con Ferreira—, y la designación de un funcionario con un cargo en el Chuy .
Favores y más favores
Los traslados policiales no fueron la única especialidad del ex jefe de seguridad de Presidencia, sino que también hizo otro tipo de favores relacionados a puestos de trabajo en reparticiones del Estado, ayuda para averiguar sobre investigaciones policiales particulares, horas para hacer trámites, ayuda para que autoridades se hagan cargo de personas en situación de calle. Incluso, entre los chats que forman parte de la causa, aparece un pedido para sacar un auto que había quedado en el Puerto de Montevideo porque la reja estaba cerrada.
Aunque hay nombres que destacan más que otros. El de Ferreira, que renunció a su cargo luego de declarar en el caso, y el de Berriel no son los únicos conocidos.
En los chats también aparecen el diputado nacionalista Gabriel Gianoli, con quien el contacto era frecuente; el subsecretario de Transporte, Juan José Olaizola, a quien Astesiano le pidió una gestión para un funcionario de la Dirección Nacional de Arquitectura —con una respuesta positiva por parte del funcionario—; y el subsecretario de Ganadería, Juan Ignacio Buffa, a quien el pide que una funcionaria de la cartera reciba a unos allegados para hablar de un proyecto en Fray Bentos.
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