30 de agosto 2024 - 10:33

Charlas de quincho: plebiscito, interna frenteamplista y el dilema entre unidad y viabilidad de gobierno

Los Frenteamplistas por el No buscan dar garantías de conducción económica ante que de unidad, en un contexto en que la elección parece que se definirá por penales.

El plebiscito de reforma de la seguridad social parte aguas en el Frente Amplio, a menos de dos meses de las elecciones.

El plebiscito de reforma de la seguridad social parte aguas en el Frente Amplio, a menos de dos meses de las elecciones.

Foto: @Frente_Amplio

¡Ahora sí que se armó candombe!”, dijo el joven, revoleando el celular y riendo. “Sí, sí, ya sé a qué te referís…, era obvio que teníamos que hacer algo, la discusión se estaba yendo totalmente de madre”. Así respondía el economista a su amigo, que no es cercano a la política pero comprende bien que su compadre, frenteamplista, estaba atravesando un momento importante.

Él y más de otros 100 economistas de izquierda firmaron una declaratoria rechazando la reforma constitucional de la seguridad social, impulsada por el PIT-CNT, y lanzaron un sitio web con sus argumentos. La decisión causó un gran revuelo en la interna frenteamplista. Las redes sociales se han hecho eco de múltiples cruces y hasta insultos de lo más variados, particularmente desde aquellos que entienden que este pronunciamiento es hacerle el juego a la derecha.

"Es una estupidez decir eso, y solo se entiende si se interpreta como una puja de poder en la interna del FA, obviamente”, le dijo el economista a su amigo, que no levantaba la vista del celular, leyendo repercusiones. “Además, en realidad el pronunciamiento no es novedad: casi todos los que ahí firmamos ya habíamos planteado que no deberíamos apoyar al plebiscito”. Su amigo lo seguía escuchando, mientras caminaban para un restaurante en la Ciudad Vieja, a almorzar. “¿Y por qué el Frente Amplio no logra una posición unificada?”, preguntó inocente. El economista miró a un lado, sonriente y resignado. “Querido… es la historia de siempre: el dilema entre unidad y viabilidad de gobierno. Si no damos garantías de conducción económica, no llegamos al gobierno ¿entendés? La unidad es clave, pero podemos morir en la orilla…”.

El amigo eligió la mesa, sin responder demasiado, y el economista continuó. “Tenemos que marcar nuestra diferencia con la coalición; Lacalle fue muy audaz al impulsar la ley de reforma de la seguridad social; muchos de nosotros, me incluyo, no pensamos que podía llegar a hacerlo, pero contó con el apoyo de Rodolfo Saldain, que de esto sabe. Nos complicó, porque hay cosas que uno puede compartir y otras que no, y la discusión debería seguir abierta (...). Pero ahí salió el PIT-CNT… en realidad se lo llevaron puesto los más radicales, un desastre… Le complicaron la vida al FA”, se lamentó.

"¡Pero hay varios compañeros que se pusieron bravos, che! ¿Viste las cosas que se dicen en las redes?”, le dijo el amigo, algo preocupado. “Hay que tomarlo como de quien viene; las críticas siempre son válidas, pero los insultos son repudiables… en fin, veremos”, dijo lacónico el economista. Ya sentados y con el menú para elegir, le preguntó a su amigo: "¿Y vos? ¿Ya tenés claro para dónde va tu voto?”. “Yo siempre voto a los amigos”, respondió él sonriente, mientras ordenaba la pesca del día.

Penales

“Me lo dijo un alto jerarca del gobierno, importante en serio ¿eh? Alto…. bueno no tan alto, pero alto, ¿me entendés?”, le dijo riendo un empresario ya en retiro a su abogado, que captó enseguida. “¡Epa! a ver, contame ¿qué te dijo?”, respondió el hombre de leyes. “Que la elección se define en la hora o por penales, está muy pareja la opinión pública”, dijo el empresario, jactándose de su buena llegada a las altas esferas del gobierno; el otro lo escuchaba atento y respondió: “Bueno… eso no es misterio; fíjate que la última encuesta de cifra da un empate entre el Frente Amplio y la Coalición … Parecería que Ojeda se está moviendo bien y el Partido Colorado está repuntando, aunque difícil que le dé para llegar al balotaje”. “¿Y lo de Blanca? ¿Cómo te parece que va a incidir? Fue una gran jugada de Pepe y Lucía….”, respondió el otro. “Sin duda le va a sumar votos al MPP, pero no sé cuántos le sumará al FA, habrá que verlo. En cualquier caso, suma ¿viste la cara de Cosse mientras hablaba Blanca? Un poema… “.

“¡Sí! Tremendo. En cualquier caso, por más que lo quieran ocultar, el candidato es Orsi”, dijo el empresario, y largó la carcajada. “Sos malo -le respondió su amigo de las leyes-. Yamandú se ha movido muy bien como intendente, incluso con buena llegada entre empresarios; en esa cancha municipal se siente muy cómodo. ¿No te diste cuenta? A él no le gusta confrontar, es un hombre de acuerdos. Eso puede ser muy bueno como presidente, pero es muy malo para la campaña”, reflexionó el abogado, con aires de politólogo.

Escrache

“¿Vos te das cuenta? Inauguramos uno de los principales laboratorios de la Facultad de Medicina de los últimos años, y la prensa lo que destaca son los insultos de diez estúpidos al Presidente. ¡No tiene goyete!”. El jerarca de la Udelar dobló el diario y lo golpeó sobre el escritorio, mientras dialogaba con su amiga, investigadora grado 4. “La verdad que el esfuerzo que ha hecho a Rafael Radi es notable, y logró convocar al Presidente, al presidente del BID, a los decanos y una cantidad de gente en un evento que estuvo espectacular. Pero basta que un par de locos peguen un par de gritos para que las cámaras se vayan con ellos. Dejate de joder…”, se lamentó, en tono poco académico.

Su colega lo escuchaba atenta, e intentó una explicación: “¿Sabes qué pasa?… si un medio hace las cosas en serio, y le da importancia a lo que realmente es importante, viene otro y le saca audiencia, reflejando el escandalete… los medios no tienen remedio, si vale al juego de palabras: siempre van a estar del lado del escándalo”, sentenció.

“Es terrible que sea así… la verdad es que fue una oportunidad para mostrar a la Universidad en un plano de autonomía y de aporte genuino a la sociedad. Vos sabés, no es misterio para nadie que no es fácil para los políticos oficialistas del actual gobierno engancharse con temas de la Udelar. Estos griteríos nos hacen perder pie y remarcan otra vez la brecha entre el gobierno y la universidad”, dijo el jerarca.

“A ver, tampoco exageres: el presidente encaró, los enfrentó, no hubo diálogo y a otra cosa. No hay que dramatizar. Además, él también aprovecha para marcar su impronta. Los políticos no dan puntada sin hilo”, respondió su amiga. “La cobertura en los medios fue muy buena y extensa. No hay que bajar los brazos; eso sí: tenemos que darle un lavado de cara el edificio de Medicina, che. ¡Está todo grafiteado!”, reclamó. “Dale: ¿lo llamás vos a Lacalle para pedirle recursos?”, respondió irónico.

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