El jefe de la cartera de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Fernando Mattos, opinó sobre las acciones del gobierno frente al atraso cambiario, un problema que, según el, data de hace mucho años en el Uruguay; también emitió comentario sobre la compra de Minerva a Marfrig y la posible concentración de faena en el país por parte de una empresa brasileña.
El gobierno admitió que las medidas para revalorizar el dólar "no fueron suficientes"
El ministro Fernando Mattos aseguró que el problema con la divisa extranjera data de hace más de 18 años.
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El atraso del dólar y la falta de competitividad que este genera volvió a resurgir luego de la demanda por parte de la Federación Rural por un tipo de cambio de $58. Respecto a esto, el líder del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) aseguró que no se han hecho medidas suficientes para que aumente el valor del dólar.
"Las medidas que se han tomado hasta ahora no han sido suficientes, y ojalá pudiera haber algún movimiento ahora que cedió un poco la inflación”, respondió el jerarca al medio Valor Agregado cuando fue consultado sobre la posibilidad de un dólar a $40.
En ese sentido, recordó que el atraso cambiario es un problema que data desde hace mucho tiempo en el país. “El atraso cambiario es una constante del Uruguay y son menos los años donde no existe una conversación así. Es un problema enorme del país, estuvimos 18 años fuera del rango meta, con anuncios de sistemas de reducción o franjas que permitan controlar la inflación”, explicó.
En tanto, también detalló que hay otros factores que afectan el tipo de cambio. “El problema de la inflación en dólares estuvo en todos los gobiernos, pero la relación con los valores de los vecinos también incide”, remarcó.
Minerva - Marfrig: a la espera de la comisión
Respecto a la compra de de 16 plantas frigoríficas por parte de la empresa brasileña a Marfrig - una transacción que generó polémicas dentro del Uruguay ya que, de consolidarse, pondría en manos brasileñas más de 50% de la faena del país - el ministro aseguró que hay que esperar la respuesta de la Comisión de Promoción y Defensa de la Competencia, la cual se estima para mediados de mayo.
“No puedo marcar posición, porque más allá de las ideas de cada uno, tenemos que respetar las reglas de juego de la inversión, y para eso hay una comisión especializada”, opinó el jerarca y agregó que una de las claves es “ver si es factor de distorsión en la formación de precios o no”.
En relación a la posible concentración que podría llegar a generar la adquisición de Minerva, Mattos admitió que es una realidad que no le convence. “A nadie le gusta escuchar que una empresa tenga el 50% de la demanda de determinado mercado, aunque el proceso concentrador es una realidad en el mundo. Cuando se aprobó la operación con BPU, se estipuló que independientemente de que el 50% de la faena quedara en manos de dos empresas, había equilibrio de fuerzas, algo que se rompería en estas circunstancias”, explicó.
En tanto, se animó a presentar otra posibilidad. “En el hipotético caso de que Marfrig quede solo con Tacuarembó y amplíe su planta a 2.000 reses diarias, serían unas 500.000 reses anuales, y no precisa pasar por la Comisión de Defensa de la Competencia, y eso la haría más eficiente”, comentó.
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