El gobierno de Nicolás Maduro acusa a Uruguay de integrar una "operación de intervención" contra las elecciones

La Cancillería venezolana vinculó al gobierno nacional con un “grupo de sicarios internacionales de ultraderecha” que desestabiliza países.

Foto: AFP

El gobierno de Nicolás Maduro, a través de un comunicado de su Cancillería, acusó a Uruguay de formar parte de un grupo de países que, en conjunto con expresidentes latinoamericanos, quiere intervenir en el proceso electoral de Venezuela.

El comunicado, difundido por el canciller venezolano Yvan Gil a través de X, asegura que el grupo, que integran Uruguay junto a Argentina, Perú, Paraguay, Panamá, Costa Rica, Ecuador, Guatemala y República Dominicana -las naciones que emitieron un mensaje conjunto pidiendo transparencia en el recuento electoral- es una nueva versión del "infame, fenecido y derrotado Grupo de Lima" y que tiene por objetivo "desvirtuar lo que se ha expresado hoy en paz y con espíritu cívico en nuestro país, que no es otra cosa que el derecho del pueblo a elegir".

De acuerdo al texto de la República Bolivariana de Venezuela, los funcionarios de los mencionados países operan en conjunto con "sicarios internacionales de ultraderecha especializados en desestabilizar países de América Latina", entre los que menciona a los expresidentes de Argentina, Mauricio Macri, y de Colombia, Iván Duque.

El gobierno de Luis Lacalle Pou se sumó a un comunicado regional el domingo, luego de que la oposición denunciara retrasos intencionales en el conteo de votos en Venezuela, en el que se exigió garantías de que los resultados reflejarán la verdadera voluntad popular, sugiriendo así su preocupación por un posible fraude.

"El derecho a voto en Venezuela se ejerce con absoluta libertad y legalidad bajo la égida de nuestras leyes y el control de uno de los cinco poderes del Estado, el Consejo Nacional Electoral. Y se hace a través de un sistema transparente, seguro e inviolable, reconocido como uno de los mejores del mundo", agregó la Cancillería chavista. "Los mismos que reconocieron a un títere en 2019, pretenden imponerlo hoy", agrega en referencia al proceso que, 5 años atrás, terminó con el reconocimiento de varios gobiernos de la región del opositor Juan Guaidó como presidente encargado venezolano.

"Esta miserable y desesperada operación está destinada al fracaso porque Venezuela es un país libre y soberano y jamás aceptará imposiciones ni chantajes y menos de instancias internacionales sin moral y legalidad para agredir nuestros derechos y nuestro pueblo", concluye.