Luego del derrame de petróleo en el arroyo Solís Grande por parte de Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland (Ancap), el Ministerio de Ambiente solicitó a la empresa estatal informes sobre el estado del ecosistema mientras esta sigue recolectando muestras para analizar.
El Ministerio de Ambiente pedirá a Ancap informes del estado del arroyo Solís Grande
La cartera pidió información sobre el posible impacto ambiental de la fuga del oleoductos y la empresa estatal recoleta muestras para analizarlas.
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El Gerente Área Control y Desempeño Ambiental de la cartera, Juan Pablo Peregalli, indicó que el sábado pasado comenzaron a realizar las tareas de limpieza de hidrocarburo en el arroyo, poniendo especial atención en las orillas ya que allí se encuentran cangrejales que necesitan una protección especial.
Desde la cartera, según especificaron a Subrayado, no esperan que haya afectado mucho al ecosistema ni tampoco a la calidad del agua - basados en los primeros estudios -, aunque siguen con evaluando la situación.
Los detalles del derrame
Este sábado por la mañana, Ancap detectó una pérdida en el oleoducto sobre el arroyo Solís y luego de ser notificada, la compañía activó la respuesta de contingencia con el objetivo de determinar el alcance del suceso.
El plan de acción fue, en primer lugar, contener la fuga, absorber el crudo vertido al curso de agua y, en paralelo, reparar la fisura del caño para evitar futuras pérdidas. Si bien se dejó de bombear apenas se tomó conciencia de la fuga, el caño tiene una extensión de 160 kilómetros y, además, tiene presión, según indicó el titular de la empresa pública, Alejandro Stipanicic, por lo que tienen que inspeccionar todo el oleoducto.
Respecto de las causas de la pérdida, Stipanicic consideró que lo más probable es que la fisura se haya provocado por un fenómeno de corrosión localizada, pero que aún es prematuro determinar el origen de lo ocurrido.
Según indicó Stipanicic a Subrayado, los caños del oleoducto serán inspeccionados a través de un sistema traído del exterior llamado "chanchos inteligentes", que son pistones que ocupan todo el diámetro del caño y que recorren los 160 kilómetros de extensión del caño. Sin embargo, según el presidente de la empresa pública, es complicado conseguir la empresa que lleva a cabo ese trabajo y que el costo no es un problema.
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