16 de marzo 2023 - 14:30

"El suministro eléctrico está garantizado en cantidad y calidad" pese a la sequía, afirmó Verri

El subsecretario de Industria, Energía y Minería (MIEM) explicó la situación actual del sistema energético del país.

El subsecretario de Industria, Minería y Energía (MIEM), Walter Verri, sostuvo en diálogo con Ámbito.com que el suministro eléctrico está garantizado en Uruguay.

El subsecretario de Industria, Minería y Energía (MIEM), Walter Verri, sostuvo en diálogo con Ámbito.com que el suministro eléctrico está garantizado en Uruguay.

La energía está en el centro del debate con una sequía extrema que ha reducido considerablemente los caudales en las represas hidroeléctricas de Uruguay, al punto de que la Administración Nacional de Usinas y Transmisiones Eléctricas del Estado (UTE) ha tenido que importar electricidad desde Brasil para abaratar los costos de producción de la energía térmica —elevados por la compra de combustible fósil.

En este contexto, Ámbito.com dialogó con el subsecretario de Industria, Energía y Minería (MIEM), Walter Verri, sobre la situación.

- Uruguay atraviesa un momento complejo en cuanto a la sequía, y esto afecta también a la producción energética. ¿Cuál es el escenario actual en términos de abastecimiento?

- Uruguay es un país que no tiene dificultades para el suministro de energía. No te digo que estamos bien porque cuesta muchos recursos tener que generar la energía con combustible fósil, comparado con nuestra matriz casi 100% renovable. Esto, en función de que hay que cuidar los lagos porque constituyen la batería del sistema, y la escasez de lluvia hace que cuando turbinamos bajen esos lagos y no se repongan; por lo tanto, tenemos que recurrir a energía fósil.

Pero no avizoramos ninguna dificultad inmediatamente, ni a corto ni mediano plazo, y por lo tanto el suministro está garantizado a la población en en las mismas condiciones de calidad y continuidad de siempre, por lo cual es una tranquilidad.

También estamos recurriendo a importar de Argentina y de Brasil, gracias a un sistema interconectado regional que es muy bueno y funciona muy bien, y nos permite auxiliarnos entre los países.

- ¿Cómo afectan económicamente las importaciones de electricidad a UTE y las empresas?

Estos gastos siempre se contemplan, y UTE es una empresa saneada financieramente, con espalda suficiente para soportar este tipo de situaciones de importación, por lo que no reviste ningún problema financiero para las empresas.

- ¿Hasta cuándo prevén que se prolongue la situación de importación eléctrica?

No tenemos una previsión exacta, pero aparenta que el mes próximo se va a empezar a normalizar. De todas formas va a costar un tiempo más, porque por más que llueva, las lluvias no van a ser suficientes. Los lagos, los cursos de agua, las represas no se recuperan tan rápidamente y habrá que esperar un tiempo, pero esperemos que prontamente podamos tener superado el tema sequía, que también deja secuelas a largo plazo en otros sectores como el productivo.

- La situación de déficit hídrico es cada vez más recurrente y se espera que en los próximos años los veranos sean de sequía, ¿cómo planifica el gobierno enfrentar esta “nueva normalidad” de acá en más?

Creo que lo que hay que tener claro es que tenemos que avanzar hacia las energías renovables. El mundo necesita que cada vez emitamos menos y avanza hacia las renovables. Por lo tanto, tenemos que tener más capacidad instalada en cuanto a energías renovables, para tener que recurrir lo menos posible —solo en casos excepcionales como estos— a la generación fósil.

En Argentina, por ejemplo, tienen el gas natural, que no es tan contaminante como el petróleo y el fuel oil, y de alguna manera les garantiza, cuando terminen las interconexiones, un combustible en cantidad más que abundante para poder resolver los problemas. Nosotros avanzaremos con las renovables, ellos avanzarán con los gasoductos y, seguramente, nosotros podremos también beneficiarnos de esas obras de infraestructura que van a permitir tener gas suficiente como para abastecernos y, en lugar de quemar combustible fósil, poder quemar gas natural argentino.

- ¿Tienen planes concretos al respecto?

Tenemos un horizonte y una hoja de ruta, pensando que hacia finales de esta década, entre 2026 y 2028, estemos incorporando más capacidad instalada a nuestro parque de generación. Seguramente vayamos a avanzar por la solar, que es la que tiene el costo más barato.

En cuanto a las inversiones, ¿seguirán incorporando actores privados al sistema energético?

Sí, definitivamente. La generación de energía en Uruguay está desmonopolizada: la empresa eléctrica estatal tiene el monopolio de distribución y transmisión, y la producción está desmonopolizada desde fines de los ‘90. En ese sentido, la idea es que la incorporación de inversiones sea por actores privados.

El precio del combustible, otro punto de debate

- Recientemente han vuelto a surgir algunas críticas en torno al valor del combustible en Uruguay, ¿cuál es su opinión frente a las quejas sobre las tarifas elevadas?

Nosotros hemos tratado de corregir los precios desde que asumimos con el ministro Omar Paganini al frente del MIEM en 2020, tratando de transparentar todo lo posible la cadena de costos de combustibles líquidos de forma que repercuta positivamente en el precio del surtidor.

Lo que ocurrió es que hubo una pandemia que hizo que los precios se desplomaran y después subieran a valores históricos, y una guerra que afecta fuertemente las fuentes de energía de Europa. Y todo eso hace que estemos en un mundo muy volátil en cuanto al precio del combustible, y Uruguay es tomador de precio: tomamos el valor del mercado internacional y eso es lo que, luego de la carga impositiva, le pasamos al usuario. Por eso las diferencias, sobre todo cuando se compara con el sector productivo de la región, son altas. Pero si nos comparamos con el mundo, estamos alineados.

- ¿Y sobre los pedidos de libre importación?

Lo de la libre importación es una discusión muy vieja en Uruguay. Somos un país que tiene algunos monopolios públicos y el del combustible es uno de ellos, pero no están dadas las condiciones políticas de votos en el Parlamento para que esa desmonopolización se dé. Por lo tanto, tenemos que manejarnos con lo que tenemos, que es vender con el Precio de Paridad de Importación (PPI). Es cierto que tiene una carga impositiva alta que hace que se encarezca un poco más, y esa es quizás la discusión de fondo, pero tampoco es posible hoy pensar en esas reducciones.

Es toda una discusión muy larga. Lo que hemos hecho con este gobierno es tratar de amortiguar los impactos de subas muy fuertes en el precio, lo hemos aprobado esas pérdidas con recursos de la empresa petrolera, y cuando hemos tenidos que bajar, lo hemos hecho.

- Si estuvieran los votos, ¿sería un tema sobre el cual el gobierno avanzaría?

Ya se trató y la coalición que gobierna no alcanzó la mayoría que se necesita para poder hacerlo. Hay partidos como el mío (el Partido Colorado) que no coinciden con ese criterio de desmonopolización, y hay otros que sí, pero los votos no están. Es un tema de mayorías. Tampoco es un tema que sea de la agenda política, ya pasó y ya no se pudo.

- ¿Incluso cuando la desmonopolización es una de los puntos pendientes para que sea considerado el ingreso de Uruguay al Acuerdo Transpacífico?

Es un tema. El del combustible no sería un problema como podría ser en otros sectores, pero no son tantos. Uruguay ha manejado bien el monopolio

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