El presidente de la Cámara de Zonas Francas del Uruguay (CZFU), Enrique Buero, analizó el presente de un régimen que cumplió cien años y que en 2022 representó el 13,2% de las exportaciones (u$s 1.766 millones) realizadas por Uruguay.
"El tema del dólar se volvió transversal", afirmó el presidente de la Cámara de Zonas Francas
Enrique Buero analizó los efectos del atraso cambiario para la competitividad. Se refirió, además, a las expectativas por UPM II y los grandes acuerdos comerciales que desea el gobierno.
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Las exportaciones de las Zonas Francas fueron el 13,2% del récord del 2022
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Cien años de zonas francas, ¿cómo se forjó el régimen clave para la actividad económica?

Enrique Buero, presidente de la Cámara de Zonas Francas del Uruguay (CZFU)
El impacto de UPM II y la cautela sobre la agenda de grandes acuerdos comerciales del gobierno fueron parte del diálogo con Ámbito.com en el que, el también gerente general de Zona Franca Parque de las Ciencias, alertó que el atraso en el valor del dólar ya está afectando de forma transversal en funcionamiento de las zonas francas en el país.
- Zonas francas hay en varios países del mundo, ¿qué hace más atractivo el régimen uruguayo para las inversiones extranjeras?
- Para nosotros el valor agregado más grande, el diferencial que encontramos en las zonas francas, es la seguridad jurídica, el respeto por las leyes, la separación de poderes, todas esas cosas que de alguna manera se han vuelto una marca registrada de Uruguay. Si bien el régimen viene de 1923, la ley que nos enmarca actualmente es de 1987 y a partir de ahí tuvimos gobiernos de todos los partidos y todos lo han sabido valorar, lo han querido potenciar. El régimen sigue siendo una política de Estado. Ese es el activo más importante que tienen las zonas francas: todo el espectro político y los inversores lo perciben como una política de Estado, que venga quien venga las reglas están claras y, por ende, eso viabiliza proyectos de grandes inversiones a largo plazo.
A eso le sumamos la calidad de los recursos humanos y la localización que, en algunos casos como lo que es circulación de bienes, es clave. Tenemos un mercado pequeño interno, pero con un interlink muy grande porque a 3 horas de vuelo tenés buena parte del mercado de América Latina. Y en servicios, donde la ubicación geográfica no es tan importante, vamos a los recursos humanos, el huso horario que con EEUU nos sirve mucho. Sobre todo ello es que construimos nuestra propuesta de zona franca.
- Mencionó el lugar geográfico que ocupa Uruguay en la región. El año pasado se consiguió un acuerdo con Brasil para que los bienes de zona franca no paguen arancel, ¿ya sienten alguna consecuencia positiva de ello?
- Ya hay usuarios que estaban operando bajo el régimen de zona franca en Uruguay que están aprovechando esa posibilidad y están solicitando certificados de origen Mercosur, porque tienen suficiente valor agregado para pedirlos. Otros están considerando dar más valor a lo que hacen, lo cual es buenísimo para Uruguay porque redunda en empleos e inversión. Y, además, algo que no es tan concreto, pero que está comenzado a verse es el interés de empresas que estaban mirando a Brasil, que antes las teníamos que considerar extraMercosur y hoy pueden venir a Uruguay y beneficiarse de este acuerdo.
- Han sido meses de mucho movimiento en cuanto a nuevas reglas para las zonas francas, en enero entró en vigencia la posibilidad del teletrabajo, ¿Qué evaluación hacen de este cambio?
- El hecho de haber adoptado el régimen de teletrabajo fue muy positivo. Fue fruto de un trabajo público-privado, con el sector privado planteando una situación de necesidad y el público entendiéndola y buscando una solución que de alguna manera protegiera la excepcionalidad del régimen de zona francas, pero permitiendo a las empresas de servicio, sobre todo las tecnológicas, dar mayor flexibilidad a sus empleados para mantener su potencial de captación de talento.
El sector servicios hoy para las zonas francas es muy relevante porque si bien es el 50% de las exportaciones, representa el 70% del empleo con lo cual, desde ese punto de vista, contemplar de alguna manera la competitividad de estas empresas para captar recursos humanos es vital porque es su materia prima.
- Hablaba del caso de grandes inversiones en el ámbito de las zonas francas, UPM II es una de ella, ¿qué impacto esperan de esto para lo que representan las zonas francas en el PBI del país?
- No tengo el dato concreto para decirte va a impactar en tantos puntos en el PBI, pero sí sabemos que ya durante la obra generó un impacto en el que se vio en el PBI y que después volvió a su normalidad. En Uruguay es impresionante ver en macroeconomía cómo los números de estos proyectos grandes impactan.
Tenemos por supuesto expectativas porque UPM II aporta muchísimo a los tres objetivos del régimen de zonas francas: seguir incrementando las exportaciones desde el Uruguay, esto va a generar un impacto importante; inversión, la más grande de los últimos 50 años; y descentralización de la actividad económica, ya que está en el límite del Río Negro así que es un proyecto en el centro del país lo que lo hace súper interesante. Y la generación de empleo, porque si bien generó muchísimo empleo durante la obra también va a tener mucho empleo en la zona. Así que tenemos muchísima expectativa porque nos ratifica que el instrumento de las zonas francas sigue siendo el elegido por estas grandes inversiones.
- Imagino que también esperan un efecto contagio de grandes competidores internacionales que al ver este tipo de inversiones puedan plantearse hacer algo similar…
- Tal cual, el presidente Luis Lacalle Pou siempre repite mucho que el principal activo en el mundo actual es la confianza y esto son señales muy importantes. Este tipo de inversiones generan eso que es un bien intangible muy importante.
- El último año muchos sectores económicos estuvieron pendientes de lo que ha sido la idea del gobierno de suscribir distintos acuerdos comerciales como el TLC con China y el Acuerdo Transpacífico, ¿cómo evalúan esos intentos? ¿hay expectativa o son más bien cautos?
- Desde la cámara tenemos una concepción aperturista, queremos un Uruguay insertado en el mundo, que esté siempre ocupado de facilitar el comercio con el mundo porque en definitiva trabajamos para la región y para el mundo, entonces tenemos que ser competitivas con el mundo y con las otras 5.000 zonas francas que hay. Nosotros si hay algo que traemos y no queremos que se repita es la decisión 8 del 84 del Mercosur, por eso es tan importante el acuerdo con Brasil, porque empezamos a encontrar un poco más de apertura a nivel Mercosur.
Por otro lado, somos cautos. Sabemos que son procesos complicados, que Uruguay están en el Mercosur y que no todos los socios tienen los mismos intereses. Nos parecen bien los esfuerzos unilaterales porque eso, de alguna manera, genera movimiento y debates. Lo que sí queremos es que en todas estas discusiones las zonas francas estén contempladas y así ha pasado con los últimos TLC que Uruguay ha firmado.
- El tema de la competitividad está muy en discusión, sobre todo a raíz de la depreciación del dólar, ¿ustedes están sintiendo un impacto de esto o sus preocupaciones siguen centrándose en cuestiones de logística y tasas?
- Históricamente siempre estuvimos muy preocupados en la competitividad desde un punto de vista logístico, de la cadena logística, de las tasas aeroportuarias, del costo del flete, mover la mercadería, el costo de la energía para un industrial. Todo eso está en nuestro plan de acción. Sobre todo cuando pensábamos en servicios, pensábamos en competitividad en un punto de vista del talento y en las usuarias de zonas francas teniendo el atractivo suficiente para captar talento.
Ahora el tema del dólar de alguna manera se volvió transversal porque en dólares es clara la incidencia que está teniendo el tipo de cambio en los costos y eso no solo afecta en materia de cadena de logística cuando tenés que cotizarle a alguien mover la materia dentro de Uruguay y hacen el equivalente en dólares, sino también a las empresas de servicios porque la hora de servicio en Uruguay está atada a determinados salarios cuyo equivalentes en dólares empieza a ser significativamente más caro que en otros países de la región.
Si hoy comparamos con Colombia, que es otro prestador de servicios fuerte en zonas francas, tenemos una diferencia significativa. Hoy el tema de la competitividad es transversal, siempre lo fue diría, pero hoy el tipo de cambio y el impacto que eso tiene en el costo de operar desde Uruguay afecta en todos los sectores.
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