El equipo económico del gobierno salvó con buena nota la evaluación de su conducción por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI). En la última declaración del personal técnico en misión de consulta del Artículo IV, divulgada en las últimas horas, se destaca que “la sólida trayectoria de las autoridades en la implementación de políticas macroeconómicas acertadas -en un contexto incierto- ha mejorado la resiliencia del país a choques”.
FMI reconoce a Uruguay su gestión económica, pero advierte por la deuda
No obstante destacó la resiliencia del país, el organismo sugirió varias correcciones, entre ellas al nivel de endeudamiento y a la dolarización de los depósitos.
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El documento agrega que “un sólido historial de cumplimiento con los objetivos de la regla fiscal y la creación del Consejo Fiscal Asesor, fortalecieron la credibilidad en el compromiso de las autoridades con la prudencia fiscal y ayudaron a mejorar el acceso de mercado”.
La evaluación del FMI llega en momentos en que la economía global está reduciendo su crecimiento y los principales bancos centrales aumentan las tasas de interés para combatir la inflación. Esto puede generar consecuencias negativas, particularmente para economías emergentes o en desarrollo que tengan vulnerabilidades financieras.
En este plano, Uruguay se destaca en la región por haber mantenido su grado inversor y un nivel de riesgo país muy bajo. Previo al quiebre del Silicon Valley Bank (SVB) el riesgo país fluctuaba en torno a 90 puntos básicos; ahora subió a un rango de 110-120 puntos, siendo aún históricamente muy bajo.
Respaldo a la política monetaria
Pese a los reclamos desde gremiales empresariales y el reconocimiento del propio presidente Luis Lacalle Pou de que el dólar está excesivamente bajo (“retraso cambiario”) el FMI respaldó las decisiones del Banco Central en el plano monetario.
Según el informe “el peso se apreció 20% en términos reales, debido a los diferenciales de las tasas de interés, los términos de intercambio favorables y la mayor liquidez en dólares. Para apoyar su estrategia de mejora del marco de política monetaria, el BCU no ha intervenido en el mercado cambiario, lo cual ha ayudado a proporcionar claridad en los objetivos de la política monetaria.” Con este enfoque, el Fondo está respaldando que el BCU priorice la lucha contra la inflación, aún a costa de una pérdida de competitividad.
Luego agrega que el BCU “debería mantener el actual sesgo contractivo hasta que la inflación y las expectativas inflacionarias hayan convergido de una manera sostenida dentro del rango meta, lo que fortalecerá la credibilidad de la política monetaria”. La inflación en Uruguay está bajando, pero el último dato anual la ubica en 7,5%, un punto y medio por encima del límite superior del rango meta (3-6%).
Advertencia por la deuda
En otro pasaje del informe, los técnicos del organismo reconocen que “los esfuerzos de las autoridades para reducir la deuda tras la pandemia son loables, aunque la relación deuda a PIB se encuentra en niveles históricamente altos”. Recomienda llevar la deuda del Sistema Público No Financiero a un rango de entre 50 y 55% del PIB. Hoy la relación entre la deuda bruta del Sector Público No Monetario y el PBI está en 62%, luego del aumento del déficit por la pandemia (gráfica).
Actualmente el Estado Uruguayo paga el equivalente a unos u$s 1.700 millones de dólares en concepto de intereses de deuda, la mayor parte de lo cual corresponde al Sector Público No Financiero. El 47% de la deuda pública está en dólares y el 94% está a tasa fija con una madurez media de 12,3 años. Esto reduce la vulnerabilidad ante el aumento actual de tasas a nivel internacional. La tasa media en dólares que paga Uruguay está en 5%, según el MEF.
Bancos
En el marco de la incertidumbre generada a nivel global por los casos del SVB y Credit Suisse, entre otros, el informe del FMI destaca que las reservas de liquidez de los bancos en Uruguay “son más que suficientes para soportar fuertes presiones de financiamiento mientras que los riesgos de contagio parecen ser limitados”. Aun así, aboga por seguir reforzando el marco macroprudencial del sector.
El informe agrega que “la rentabilidad de los bancos disminuyó en 2022 debido a la apreciación del tipo de cambio y a una posición abierta neta positiva en moneda extranjera”. Según el organismo, el alto grado de dolarización reduce la eficacia de la política monetaria y agrava los riesgos de crédito en moneda extranjera y de liquidez sistémica. En Uruguay el 73% de los depósitos bancarios está en dólares, y de ellos 91% a la vista.
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