30 de agosto 2024 - 17:43

La actividad económica creció un 2% desestacionalizado en el primer semestre

El IMAE del Banco Central del Uruguay creció un 0,5% en junio y ratificó el buen desempeño en lo que va del año.

La actividad económica completó el segundo trimestre con una suba interanual en cada mes.

La actividad económica completó el segundo trimestre con una suba interanual en cada mes.

Foto: Freepik

La actividad económica creció un 0,5% interanual en junio y ratificó la recuperación con un crecimiento del 2% desestacionalizado en lo que va del año, de acuerdo al último informe del Banco Central del Uruguay (BCU).

El Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE) que elabora mensualmente el BCU exhibió de este modo que el PIB mejoró un 3,4% en el segundo trimestre, tras los incrementos del 4,6% en mayo y del 4,2% en abril.

Pese a los números positivos, el IMAE moderó su desempeño en junio, con una caída del 1,8% en términos desestacionalizados. De todos modos, la tendencia-ciclo sigue siendo positiva y se ubicó en el 1%.

De esta manera, el indicador sintético que resume la actividad de las distintas ramas de la economía en un determinado mes, medida a precios constantes del año 2016, reflejó la tendencia del Índice Líder de Ceres, un predictor de la economía que reflejó nueve meses consecutivos de aumento y recién se mostró estable para el mes de julio.

¿Cuánto crecerá Uruguay este año?

El crecimiento esperado del Producto Interno Bruto para este año es del 3,5%, según el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), más optimista que los analistas que consulta el Banco Central del Uruguay (BCU), que estiman que rondará el 3,3%.

Las estimaciones se ubican por debajo de los pronósticos de algunos organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), que proyectó un 3,7% o la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que vaticina una mejora del 3,6%. Apenas por debajo aparece el Banco Mundial, que espera una suba del 3,2%, mientras que LatinFocus registró un 3%.

Lo que está claro es que las proyecciones son positivas y se espera un rebote tras el magro avance del 0,5% del año pasado, en un contexto de sequía histórica que desató la crisis del agua, a lo que sumó el desvío de consumo por la diferencia cambiaria con Argentina.

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