La basura en Montevideo acapara la campaña y la preocupación de la ciudadanía

La gestión de recolección de residuos debería ser la principal prioridad del próximo intendente capitalino, lo que se refleja en encuestas y discursos electorales.

La busura es la principal preocupación en Montevideo.

Contenedores rotos y rebasados, basura por doquier en las veredas y hartazgo generalizado: esas son las imágenes a las que los montevideanos ya están acostumbrados y que aglutinan los principales reclamos de cara a las elecciones departamentales de mayo, tal y como reflejan tanto la campaña como las encuestas.

Así cómo la seguridad es la principal preocupación ciudadana a nivel nacional, la basura y la recolección de residuos lidera el ranking para quienes viven en Montevideo. Por ello, ese deberá ser el tema principal a trabajar por la Intendencia capitalina en el próximo quinquenio, según una encuesta reciente de la consultora Cifra; y también es uno de los puntos centrales en las propuestas y discursos de campaña de los principales candidatos a la jefatura comunal.

Los resultados del relevamiento de Cifra —realizado entre el 14 y el 25 de febrero de forma telefónica, sobre una muestra de 485 entrevistados— registraron que la principal área a trabajar es la basura, mencionada como prioridad por el 38% de los encuestados. Las calles aparecen en segundo lugar: un 15% prioriza la limpieza, mientras que un 13%, el arreglo.

La recolección de residuos es la principal preocupación de la población en Montevideo.

Cifra

Bastante por detrás aparecen otras problemáticas como la pobreza, los asentamientos y la gente en situación de calle; así como el transporte público, el alumbrado y la seguridad.

La basura, sin embargo, arrasa como principal preocupación, sin importar zona de Montevideo ni alineación política: en la zona costera, el tema es prioridad para el 43%; en el centro, para el 35%, y en zonas más alejadas, para el 37%. Independientemente de si son votantes del Frente Amplio (FA) o de la Coalición Republicana.

Esta preocupación bastante pareja hace que no sea, quizás, un tema que pueda llegar a definir una elección —o a ganar votos entre los indecisos—; pero sí un cuestión que debe estar en la agenda política si se quiere dar el mensaje de estar escuchando a la gente. Sobre todo si se considera que el 64% de la población capitalina considera que la actual gestión de residuos de la Intendencia de Montevideo (IMM) es “mala” o “muy mala”, según el último Monitor de Opinión Pública de la comuna.

La basura en campaña

Lo cierto es que, así como la gestión de la basura es un tema central en la ciudadanía, también lo viene siendo en la campaña electoral y uno de los aspectos principales que los candidatos usan para apuntar hacia sus competidores.

En el lanzamiento de las campañas de los principales candidatos —Mario Bergara y Verónica Piñeiro por el Frente Amplio, y Martín Lema por el Partido Nacional (PN), liderando las encuestas—, la limpieza de la ciudad fue un eje infaltable, aunque los abordaje difirieron.

En el caso de Lema, la estrategia principal —al menos, de momento— se ha centrado en señalar las deficiencias de la gestión frenteamplista como principal causa de los problemas de basura; y a una cuestión presupuestaria, apuntando a la necesidad de un ordenamiento fiscal en la IMM.

La privatización y descentralización del servicio de recolección para mejorar su eficiencia también es una propuesta que ha salido desde las filas de la Coalición Republicana, aunque desde el candidato de Cabildo Abierto (CA) —con una intención de voto muy marginal— Roque García.

Por su parte, desde el FA apuntan de manera programática a que el servicio de mantenimiento sea resultado de una estrategia a largo plazo y un plan integral de gestión. “Es necesario un cambio cultural en la población y en los diferentes generadores de residuos y, en general, de todos los actores relevantes, cada uno con su rol y responsabilidad”, señala el programa aprobado.

Dentro de este marco general, Bergara busca recoger parte de la experiencia de la comuna canaria, que en materia de gestión de residuos recoge 80% de aprobación, y aplicarla en la capital. Mientras que Piñeiro aspira a abordajes “desde lo social”, que no reduzcan la problemática al “alumbrado y barrido”.