14 de diciembre 2022 - 10:08

La lección de un empresario argentino sobre la importación sin límites de pollo

En momentos en que crece la conflictividad entre la cadena avícola nacional y el gobierno, Joaquín de Grazia recordó lo que ocurrió en 1990.

Uruguay pollo importado desde Brasil
Foto: Reuters

El presidente de la empresa argentina Granja Tres Arroyos, la única con permiso de exportación de pollo en Uruguay, Joaquín de Grazia, se sumó a las voces que alertan sobre el impacto que tendrá en el mercado avícola nacional la apertura de la importación de ese tipo de carne y recordó lo que ocurrió en Argentina en la década de 1990.

De Grazia consideró que las importaciones no deben ser indiscriminadas ya que la industria aviar en Uruguay no tiene el poder para contrarrestar la eficiencia, por volumen, de países como Brasil, que es el mayor exportador de carne aviar en el mundo y quien más se benefició con la flexibilización de permisos que ordenó el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Peca (MGAP).

El empresario aseguró que no habrá "un futuro promisorio para la actividad avícola en Uruguay” con una importación sin límites y recordó lo que ocurrió con ese sector en Argentina durante los años 1990, en plena convertivilidad.

“El sistema fue haciendo que el dólar, en función de la inflación en dólares que Argentina sufría, fuera cada vez más accesible, fuimos quedando caros y con una importación absolutamente libre el 25% de las empresas desaparecieron y el 75% restante quedó absolutamente dañada”, explicó.

Durante el gobierno de Fernando de la Rúa, tras los dos períodos de convertivilidad de Carlos Menem, se aplicó una clausula de salvaguarda ante la destrucción de empleos en el sector y que puso un freno a las importaciones desde Brasil. Cuando el tipo de cambio fue liberado, la industria aviar despegó y logró exportaciones a más de 70 mercados en todo el mundo.

Cuáles fueron los cambios que introdujo el gobierno en la importación de pollo

La importación de pollo en Uruguay tuvo, hasta principios de este año, un límite de 120 toneladas para el ingreso desde Brasil y uno de 60 toneladas para el ingreso desde Argentina. Pero hace unos meses, el MGAP abandonó los topes y entregó nuevos permisos para importadores, llenado el mercado con productos congelados en su mayoría de origen brasileño.

Para De Grazia, el gobierno generó así una “situación inesperada” que afectó acuerdos entre privados, alcanzados bajo la égida del ministerio.

Las críticas del director de Granja Tres Arroyos se sumó a las de los fazoneros, distribuidores e industriales de la cadena avícola que, nucleados en la Coordinadora para la Defensa de la Cadena Avícola, amenazó con una nueva camionada en Montevideo en caso que se vuelvan a otorgar permisos de importación.

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