La producción de alimentos se encuentra en el ojo de la tormenta, ya que al ser un producto completamente invariable en su consumo mundial por naturaleza, o incluso ser creciente por la propia expansión de la población, es de una constante demanda. El problema radica en la imposibilidad de aumentar a dicha escala la producción, puesto que la tierra es un factor productivo fijo. Además, se suma a ello la necesidad de marcar lineamientos en las formas de producir, por lo que a nivel mundial se fija para el acceso a los mercados el requisito de obrar de forma amigable con el medio ambiente, siendo económicamente rentable y tratando con el personal de forma responsable.
OBT obtiene sello Altus de producción sostenible
La empresa y establecimiento OBT obtuvo la certificación de procesos en materia de sistemas de trabajo, producción de alimento humano de alta calidad, optimización de ambientes social y laboral, cuidado del medioambiente y bienestar animal, entre otras categorías destacas. El sello es emitido por la firma LSQA.
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Carnes uruguayas: la excelencia ahora bajo estándares de triple impacto
En este sentido, Uruguay ya ha avanzado, incluso obteniendo las tan ansiadas certificaciones, como es el caso de carne vacuna regenerativa que actualmente realiza las producciones de forma sustentable, muy a tono con lo que sucede en otros países. Y es que no es el único caso, ya que Obratel SA, empresa del norte del país especializada en la cría de Aberdeen Angus y el desarrollo de distintas actividades agropecuarias, viene trabajando desde hace años en un sistema de escala.
Desde OBT sostienen que se trabaja respetando e integrando el aspecto social de los trabajadores y mejorando la parte ambiental, muy vinculado al bienestar animal, aunque la firma LSQA tardó casi 1 año en otorgar este sello. En esta línea, no son cuestiones de corto plazo, por lo que tiene que existir un respaldo de la forma de producir y vincularse con los sistemas de años de trayectoria. La certificación considera principalmente el bienestar animal, haciendo también hincapié en la biodiversidad y situación ambiental global, donde se observa si la producción es en el contexto de un sistema mejorador o conservador, en base al nivel de daño que existe.
El requerimiento de los estándares, tanto por parte de los consumidores (donde la preocupación radica en qué se está consumiendo) como de otros stakeholders, no es exclusiva del Uruguay, aunque si está creciendo exponencialmente en el terriotrio. Y es que está plenamente justificada dicha observación, donde el nivel de daño e impacto que se genera muchas veces puede reducirse casi sin costos adicionales.
OBT es ahora una empresa de personas que posibilita la producción sostenible, donde el sello Altus + refleja responsabilidad asumida a largo plazo. Debe ahora la firma insertarse como parte de una sociedad que produzca alimentos de forma sostenible para no ir en detrimento del ambiente, y evitar un impacto negativo en actuales y futuras generaciones.
Es este el sendero que se ha propuesto Uruguay para insertarse en el comercio mundial como proveedor de alimentos y materias primas, sobre las que ahora se exige globalmente que sean producidas de forma amigable con el ambiente, y comprometidas con el desarrollo de las poblaciones. Es esto último lo que reflejan los sellos como el de LSQA entre otros, que son la visa para posteriores exportaciones que se intenten realizar.
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